El BCE ha decidido mantener los tipos de interés de la zona euro en el 0,25%, el nivel más bajo de toda la historia de la moneda común, después de la reunión de su consejo de gobierno este jueves en Fráncfort.
En su rueda de prensa en la Eurotorre de la ciudad alemana, el presidente del BCE Mario Draghi ha asegurado que "la presión sobre los precios está controlada en medio plazo, según esto, la política monetaria deberá ser suave. Vamos a experimentar un periodo prolongado de inflación moderada. Mantendremos una política acomodaticia tanto tiempo como sea necesario hasta que la recuperación se instale en la zona euro y los tipos de interés se mantendrán a este nivel o por debajo". La inflación en la zona euro fue del 0,8% en diciembre frente a un 0,9% en noviembre. Draghi piensa que, al menos durante dos años, seguirán los precios bajos.
"Cuando hablé en Londres se dijo que estaba moviéndome fuera del mandato del BCE y que 'este italiano iba a hundir Alemania' pero nada de eso ha pasado"
De igual modo, también ha rechazado la idea de que la buena posición exportadora de Alemania esté perjudicando al resto de miembros de la moneda común: "Nunca he entendido por qué debilitando a Alemania se tiene que favorecer a los demás". Precisamente con Alemania ha habido un cierto ajuste de cuentas, al recordar el italiano los miedos azuzados desde aquel país y especialmente desde su banco central (Bundesbank) de que las medidas de aumento de liquidez dispararían la inflación: "Los miedos que tenía el público en Alemania no se han confirmado, ellos decían que aumentaría la inflación y no pasó. Cuando hablé en Londres se dijo que estaba moviéndome fuera de nuestro mandato e incluso que este italiano iba a hundir Alemania pero todo eso no ha pasado: la inflación está controlada", ha asegurado Draghi en buen tono, asegurando que le preocupan mucho los pensionistas germanos que verían destruido su poder adquisitivo con un aumento desontrolado de los precios.
Atrapado en una especie de juego de palabras en inglés (diferencia entre 'perverted' y 'perverse'), el banquero romano se ha mostrado sin embargo muy conciliador con Alemania, donde la inflación cerró 2013 con una media del 1,5% (por debajo del propio objetivo del BCE, del 2%) tras una subida de precios del 0,4% en diciembre según publicó su oficina estadística Destatis.
El italiano también ha asegurado que el BCE actuará en los mercados -aportando más liquidez- si observa que estos se tensionan aunque sin anunciar nada similar a un 'quantitative easing' a la europea, tal y como sí hizo la Reserva Federal durante años anteriores con el dólar. Draghi lo ha vuelto a repetir: "Estamos preparados para usar todos los instrumentos que tenemos a nuestra disposición", una frase similar a la que, pronunciada en julio de 2012 en Londres, supuso el inicio del fin del calvario en los mercados para los países periféricos.
La crisis sigue presente
"Aún no podemos declarar la victoria, aunque las cosas están mejor", ha dicho el exdirectivo de Goldman Sachs al ser preguntado por las mejoras en los mercados financieros. Y ha aprovechado para hacer una radiografía general de la situación económica: "Lo único positivo con el paro es que hemos visto que se estabiliza, quizá no sube más pero es todavía un 12%. La recuperación está aquí pero es débil, frágil. Hay muchos riesgos financieros, económicos, políticos, que pueden acabar con esta recuperación. Es una recuperación sólo basada en las exportaciones, y solo gradualmente extendiéndose a la demanda doméstica. Es muy pronto para declarar esta victoria. la demanda global será un poco más fuerte pero poco y la confianza está volviendo gradualmente". De igual modo, no ha querido hablar de deflación en la Eurozona, asegurando que el dato de diciembre ha estado muy influido por la evolución de los precios en Alemania.