España

El Tribunal de Cuentas tendrá que readmitir a su jefe de Informática, uno de los nidos de 'enchufados'

La sentencia del Tribunal Supremo obliga su regreso tras su cese en octubre de 2012, un año después de la admisión de siete secretarias con plaza de informático y un personal donde sólo cinco de los 60 informáticos son especialistas.

  • El presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de Miranda

Fernando D.C.R, Jefe del Servicio Central de Informática del Tribunal de Cuentas por libre designación desde julio de 1992 a 2012, tendrá que ser readmitido por el Tribunal de Cuentas, según ha sentenciado el Tribunal Supremo.

El funcionario fue cesado y expulsado de la institución mediante una orden, que según la sentencia no estuvo “mínimamente” justificada. La orden, obliga a la institución a readmitir al afectado en un puesto de su nivel y a asumir los gastos del proceso, según EFE.

La sentencia se une a la vorágine de informaciones vertidas sobre la institución, y precisamente sobre el departamento de informática, donde, según destapó El País, hasta 100 de sus empleados estaban enchufados. Entre el personal informático, sólo cinco de los 60 informáticos son especialistas, que solo tienen el graduado escolar y algunos ganan más de 3.000 euros. Además, en las últimas altas, en marzo de 2011, siete de las catorce plazas fijas se otorgaron a secretarias con el cargo de informático, entre ellas, la hija del entonces secretario general.

El afectado, designado en julio de 1992, solicitó un puesto de su nivel en el Tribunal de Cuentas y la nulidad de las actuaciones derivadas de su cese. El Tribunal rechazó su recurso, puesto que consideró que no existía puesto idóneo para él, y le adjudicó un puesto de nivel 28 en el Gabinete Técnico de la Subdirección General de Coordinación Autonómica.

El organismo rechazó haber tratado al exjefe de informática de forma desigual con respecto a otros funcionarios cesados de puestos de libre designación. Ahora el Supremo le da la razón al funcionario porque “el argumento de la inexistencia en el seno de esa institución de un puesto material mente idóneo” para el tribunal “no es procedente”.

El Tribunal de Cuentas "no justificó mínimamente la imposibilidad aducida", añade el Supremo antes de decir que en el mismo período se adjudicó a diversos funcionarios que fueron cesados de puestos de libre designación y estaban en servicio activo, plazas en el mismo tribunal.

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