El 4 de noviembre de 2013, la entonces vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Justicia, Viviane Reding, declaró en una entrevista al diario griego Naftemporikien que "la UE necesita crear una Agencia Europea de Inteligencia para el 2020, la cual reforzaría las relaciones entre los servicios de inteligencia de los Estados miembros". Sin embargo, muy poco se ha avanzado en ese sentido hasta ahora. Bruselas cuenta desde 1999 con el Centro de Análisis de Inteligencia (INTCEN), que ha ido adoptando distintas estructuras de organización y funciones, pero que no ha llegado a convertirse en una agencia de espionaje eficiente para el intercambio de información confidencial de los Veintiocho. Según los expertos de la lucha antiterrorista, la falta de una Agencia de Inteligencia común, una especie de CIA europea, constituye el talón de Aquiles de la UE en materia de seguridad. Tal ausencia es lamentada sobre todo cuando se producen dramáticos episodios como los últimos atentados de Bruselas y de París, a cuya prevención habría contribuido enormemente.
En el caso concreto de las explosiones que tuvieron lugar este martes, la carencia de una CIA europea ha cobrado especial transcendencia por cuánto las investigaciones apuntan a que los autores de los atentados en suelo belga guardan relación con la célula que perpetró los ataques de París el pasado noviembre. De hecho, los ataques de ayer se produjeron sólo cuatro días después de la detención en el cercano barrio de Molenbeek de Salah Abdeslam, uno de los ejecutores de la matanza parisina. La inteligencia belga, en teoría en contacto con la francesa y con la de otros países europeos, no ha podido impedir que los yihadistas vuelvan a sembrar el terror en el corazón del viejo continente.
El atentado perpetrado en enero de 2015 contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo por terroristas vinculados a Al Qaeda en la Península Arábiga elevó la presión sobre la necesidad de avanzar hacia la Inteligencia común y la Comisión Europea se vio obligada a reconocer que no tenía planes de lanzar una CIA europea en toda la UE a pesar de los esfuerzos anteriores para poner una propuesta sobre la mesa. Algunas voces destacadas como las del primer ministro italiano, Matteo Renzi, respaldaron la idea de conformar un espionaje comunitario potente. Sin embargo, hay Estados miembros que se niegan a dar pasos en este sentido, ya que su estrategia es mantener las cuestiones de seguridad nacional bien alejadas del dominio de la UE. El debate se reabre ahora.
La Comisión reconoció en 2015 que no tenía planes de lanzar una CIA europea en todos los Estados a pesar de los esfuerzos anteriores
Tal y como afirma José Manuel Díaz-Caneja Greciano, experto en Inteligencia y Seguridad, en un análisis para el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), adscrito al Ministerio de Defensa, "la identificación de amenazas globales y el alcanzar una comprensión de su impacto, requiere algo más que simplemente compartir información. Se requiere una mayor colaboración en la fusión de información y en la producción de inteligencia entre los nodos cooperativos que están distribuidos en las ubicaciones donde los terroristas o redes criminales operan, planean o buscan para atacar".
A su juicio, "mucha de la información necesaria para comprender la dinámica de una amenaza, e incluso para reconocer que una amenaza existe, requiere intercambios de información multilaterales y para alcanzar ese eficaz intercambio de información e inteligencia es necesario el desarrollo de nuevas capacidades analíticas, procesos y políticas". Según Díaz-Caneja, "faltan instrumentos intergubernamentales para explotar completamente el intercambio de información, tanto a nivel nacional como internacional".
Este experto cree que el INTCEN podría ser "el embrión" de esa futura Agencia europea de Inteligencia, pero nunca concebida como un "macro-servicio de inteligencia" o un "servicio de inteligencia tal y como lo conocemos a nivel nacional". A su entender, el papel de esta CIA de los Veintiocho sería el de "servir de punto de unión de las inteligencias nacionales y suministrar a los países los análisis conjuntos que éstos, con sus propios medios, fuesen incapaces de generar". Todo, agrega, basado en "el criterio de la máxima flexibilidad y de la cooperación por una necesidad de conocer".
En resumen, Díaz-Caneja considera la UE necesita una "estructura de inteligencia que proporcione información continuada, validada, integrada y oportuna, que sirva para alertar y valorar situaciones, y que además sea independiente de la que proporcionen los estados, para por un lado intentar evitar la manipulación de ciertos países ocultando información relevante, y por otro, facilitar el proceso de toma de decisiones".
Diferencias con la Oficina 'Europol'
El INTCEN cuenta actualmente con alrededor de 100 trabajadores y tiene como misión proporcionar análisis de inteligencia, alerta temprana y conocimiento de la situación al Alto Representante y al Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), la Comisión, los Estados Miembros y otros organismos y altos cargos de la UE. Maneja recursos proporcionados por los servicios de seguridad de inteligencia de los Veintiocho, obtenidos de fuentes abiertas (medios de comunicación, sitios web, blogs, etc.), información diplomática, de redes consulares, organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales, misiones y operaciones de la PCSD (Política Común de Seguridad y Defensa), del Centro de Satélites de la UE, visitas y misiones de obtención de información en escenarios de crisis.
En el Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia de la UE conviven organizaciones como EUROPOL (Oficina europea de Policía), EUROJUST, el sistema Schengen (SIS), el de Información de Aduanas (SlA), la Red Judicial Europea (RJE) y la Oficina Europea contra el Fraude (OEF). A diferencia de EUROPOL, el INTCEN no es un organismo de cooperación policial propiamente dicho, dado que forma parte del SEAE, aunque contribuye a ello mediante una evaluación de las amenazas basándose en la información que obtiene de los recursos antes citados. Este organismo está pensado para realizar "aportaciones útiles en términos operativos", como el suministro de información a escala de la UE acerca de los destinos, las motivaciones y los desplazamientos de los terroristas. Cuestión aparte es que lo haga actualmente con eficacia. Por ello, la creciente demanda de una CIA europea.