Tras analizar el objeto sospechoso localizado este miércoles en la playa de Somorrostro, en Barcelona, los especialistas de la Armada y de la Guardia Civil han podido comprobar que se trata de una vieja tubería "con aristas metálicas" y no un artefacto explosivo, como se temía en un primer momento. El hallazgo propició la evacuación de la playa y el despliegue de efectivos que acordonaron la zona y balizaron el punto del mar donde se encontraba el objeto. Fuentes del Instituto Armado explican que se llevarán a cabo "microvoladuras" para retirar todo el material posible y que no suponga ninguna amenaza para los bañistas.
"No se trata de ningún artefacto, es una tubería bastante incrustada en tierra, con aristas metálicas que son potencialmente peligrosas", detalla un portavoz oficial de la Guardia Civil. Hasta el lugar se han desplazado buceadores de la Armada y del Instituto Armado. Agentes de la Guardia Urbana y de los Mossos d'Esquadra mantenían precintados los accesos a la playa.
Los expertos han decidido acometer "microvoladuras" en la vieja tubería para extraer el máximo material posible y evitar que los bañistas se hagan daño con las aristas metálicas. Los especialistas informarán al Ayuntamiento de Barcelona si queda algún resto que no pueda ser retirado en la intervención, para que en intervenciones más minuciosas se pueda quitar todo el material.
La alarma saltó este miércoles. Como contó Vozpópuli, la Guardia Civil recibió una llamada que alertaba de la posible presencia de un artefacto explosivo. Los agentes sospechaban que pudiera tratarse de un elemento procedente de la Guerra Civil que aún no se hubiera retirado.
Otros casos anteriores
No sería la primera vez en la que se detectan artefactos antiguos que constituyen una amenaza para la seguridad. En el año 2020, la Armada detonó una mina de orinque de la Segunda Guerra Mundial localizada a 19 metros de profundidad en Gerona.