La producción de vino tampoco va a pasar por su mejor momento. La vendimia, más concretamente la uva del vino tinto, se adelantó y los agricultores tuvieron que ponerse más a la obra para empezar su recogida. Los viñedos han sufrido este año los golpes del cambio climático. La falta de lluvias y las altas temperaturas que se han registrado. España se encuentra en una fase de sequía meteorológica de larga duración, debido a la falta de precipitaciones importantes en estos últimos tres años.
El vino se suma la lista de otros alimentos que van a sufrir tras su recolección. En supermercados como Mercadona ya se está notando la falta de ciertos productos. Es el caso del arroz bomba. La empresa de Juan Roig ha tenido problemas para reponer sus estanterías con esta clase de arroz. Varios clientes preguntaron por el tema en las redes sociales, a lo que la cadena aseguro que su producción se vio reducida como "consecuencia de la sequía y su rendimiento en el campo fue menor".
A este también se une el aceite de oliva. Quien tiene una botella en su casa se puede considerar un privilegiado porque su precio está por las nubes. Ahora, tras la vendimia, los agricultores también temen por el vino. De hecho, España es uno de los países con mayor extensión de viñas en el mundo, con más de 945.000 hectáreas. Es el tercero en cuanto a producción por detrás de otros como Italia o Francia.
Según los datos proporcionados por Vinos CLM, la producción de vino a nivel nacional, a mediados de septiembre, estima que se va a ver reducida en casi un 20%. Las diferentes cooperativas de nuestro país calculan que el volumen de producción total va a llegar a los 33 millones de hectolitros, es decir, 8 millones menos que en el año anterior. Las previsiones de agosto eran algo más optimistas. En ese momento, se encontraban en torno a los 36-36,5 millones de hl. Esto ya indicaba que no iba a ser una campaña buena, sino que sería una de las más bajas de los últimos cinco años.
El Vino de La Mancha, muy castigado
Asaja CLM hizo un cálculo anterior a la vendimia en el que estimaba que iba a ser una campaña en la que se iba a recoger menos uva que la pasada. Más concretamente, aseguró que no se iban a superar los 2.900 millones de kilos. Sin embargo, ahora las cooperativas han ajustado cómo ha ido la cosecha, donde hablan de 17,8 millones de hl de vino y mosto en la región castellanomanchega. Con esta modificación y teniendo en cuenta la campaña anterior, se estima que la producción ha caído un 22% con respecto a la anterior. Todo esto, como consecuencia de la falta de lluvias.
El vino de La Mancha va a sufrir los efectos de la sequía, pero no va a ser el único. Asaja Córdoba informó hace unos días que la vendimia había terminado ya en la zona de Montilla-Moriles. De ella, se ha finalizado unos datos de producción de 26,25 millones de kilos de uva blanca. Este dato deja claro que se ha producido una bajada del 10% con respecto a la campaña anterior. Y el principal problema ha sido la sequía y las altas temperaturas que se han registrado en la zona.
Lo más curioso tras analizar los datos proporcionados por la asociación cordobesa, es que en cada campaña, año tras año, va bajando la producción. En la pasada, fue de 29 millones de kilos de uva, es decir, un 10% menos también, puesto que en la de 2021 cuando se recogieron 33 millones. Esta fue una de las cosechas más bajas de la historia desde que había registros debido a la falta de agua.
A pesar de estos datos, el presidente de la Sectorial de Viña de Asaja Córdoba, Juan Manuel Centella, explicó que la calidad del fruto es muy buena, es decir, que la escasez de lluvia no ha afectado gravemente a la uva ni se han producido enfermedades en las plantaciones de viñedo.