Vigo volvió a padecer el viernes por la tarde un fuerte colapso de tráfico debido a los miles de visitantes, muchos de ellos procedentes de Portugal, que aprovecharon el día festivo para disfrutar del animado ambiente que reina en la ciudad desde que el alcalde, el socialista Abel Caballero, declaró inauguradas las Navidades en “todo el planeta” tras pulsar el botón de encendido de casi doce millones de luces leds. Aunque se trataba de un atasco anunciado, porque la jornada de hoy tampoco ha sido laborable en el país vecino, la Policía Local no ha podido evitar la formación de grandes atascos en los principales accesos a la urbe más poblada de Galicia, pese a las medidas que se adoptaron para que el tráfico quedase restringido, en las calles más céntricas, a los residentes y a los vehículos de seguridad y emergencias.
Aunque la lluvia hacía prever que muchos forasteros desistirían de desplazarse hasta Vigo, lo cierto es que el deseo de contemplar el árbol gigante instalado en la Porta do Sol y la espectacular iluminación de las calles más comerciales ganó el pulso a la inestabilidad atmosférica, por lo que los atascos empezaron a ganar en intensidad desde primeras horas de la tarde hasta alcanzar su punto más álgido en torno a las siete. Ha ocurrido, en suma, algo parecido a la situación de colapso que vivió la ciudad hace justo una semana, cuando miles de vehículos quedaron atrapados en los accesos y sin poder acceder hasta el centro, si bien habrá que esperar a que los agentes de tráfico evalúen con exactitud si la intensidad de coches ha sido tan elevado como en el anterior ‘puente’.
Las fuerzas de seguridad destacan, en este sentido, que no todo es fiesta y alegría en la urbe gobernada por Abel Caballero. Así, la policía municipal se encuentra muchas veces desbordada ante la saturación de coches y de visitantes, los bomberos denuncian las dificultades que tienen para actuar con la agilidad necesaria y los conductores de ambulancia protestan por las ‘cabriolas’ que a menudo deben hacer para sortear el intenso tráfico.
A las quejas se ha sumado ahora la Policía Nacional, que a través de un comunicado elaborado por los sindicatos CEP y Jupol ha denunciado que la escasez de agentes impide que la ciudad cuente con los efectivos que necesita para una "Navidad segura". Los afectados señalan que la población de Vigo, que ronda los 300.000 habitantes, llega a duplicarse en muchas jornadas festivas, por lo que resulta imposible mantener todo bajo control con una plantilla que debería contar, según sus cálculos, con un centenar más de efectivos.
Sobre este particular, una entidad bancaria radicada en la Gran Vía fue testigo este jueves de un espectacular atraco protagonizado por tres encapuchados. Los delincuentes, armados con pistolas, lograron hacerse con un botín de 300.000 euros tras amenazar a los empleados.
Pepelo
Esta es la catetada de los politicos nefastos y vendidos el turismo y la tontuna.Como en Madrid.Las calles colapsadas y la reconversion , ¿recuerdan la reconversion industrial de auel vendido a Alemania Felipe Gonzalez? Esta era la reconversion que llevan a cabo Ayuso y el tontolaba de esta ciudad gallega.