España

Votar a los 16 años, una reivindicación de la izquierda envenenada: cada vez más jóvenes europeos giran hacia la derecha

La izquierda española resiste ante una derecha que crece en todo el continente, especialmente entre los más jóvenes

El PSOE resucitó en el Congreso Federal celebrado el pasado fin de semana la posibilidad de votar a partir de los 16 años, una vieja reivindicación de la izquierda que persigue aumentar su electorado potencial: tradicionalmente, la juventud ha abogado por el voto progresista frente a fuerzas más conservadoras. Una tendencia que ha variado en la Unión Europea durante el último lustro, con jóvenes cada vez más conservadores y desconfiados de las políticas socialistas, por lo que quizá esta propuesta se convierta en un tiro que sale por la culata pese a que en España, según el CIS, el voto jóven se aglutina en torno al partido liderado por Pedro Sánchez.

Así lo incluyó el PSOE en el ideario que salió del 41 Congreso Federal del PSOE a petición de Juventudes Socialistas, por lo que defenderá esta posición de forma oficial junto a otros partidos que ya lo reivindicaban como Izquierda Unida o Sumar. Una postura que el partido ya reflejó en anteriores ocasiones, como cuando pactó junto a la formación de Yolanda Díaz cambiar la LOREG y adelantar la edad para votar, una propuesta que salió adelante gracias a Bildu y Coalición Canaria. Una cuestión para la que Vox votó en contra pese a que los partidos de extrema derecha se están convirtiendo en auténticas aspiradoras a la hora de captar votos entre los más jóvenes.

Es cierto que España -junto con Italia- es uno de los pocos países de la UE donde los jóvenes votan de forma mayoritaria a la izquierda, pero sí se observa una pérdida de apoyos por parte de PSOE y Sumar frente a un Vox que crece a gran velocidad. Así se observó en las últimas elecciones europeas, donde un 15,7% de los jóvenes votaron por Vox, una cifra muy superior a las elecciones generales del pasado año, donde solo un 4% de los menores de 25 años apostó por los de Abascal. Una cifra que hubiese sido superior de no haber irrumpido Alvise Pérez y su SALF, que acabó arrebatando a Vox tres eurodiputados.

Cierto es que el PSOE fue la fuerza más votada en ese grupo de edad (20%), pero la tendencia española refleja un giro a la derecha de nuestros jóvenes, ya que el 23-J, los socialistas recibieron un 25,8% del voto joven, lo que denota que mientras lo votos de la derecha crecen, los de la izquierda disminuyen. De hecho, Vox es la tercera fuerza más votada entre los jóvenes según el CIS y se encuentra por encima de Sumar, lo que significa que la formación de Abascal es ya la principal alternativa a los dos grandes partidos tradicionales de nuestro país.

Esa derechización también la refleja una investigación de Javier Lorente e Irene Sánchez-Vítores para la Universidad Rey Juan Carlos. En este 'paper' se observa que el voto universitario en 2020 se inclinaba a la izquierda. De hecho, los jóvenes nunca habían mostrado una tendencia tan clara hacia el progresismo. Pero la pandemia cambió la intención de voto y la derechizó hasta niveles récord.

De esta forma, ya no se cumple en Europa la tendencia empírica observada durante casi cincuenta años en Europa y Estados Unidos: los jóvenes eran progresistas y se volvían conservadores con el paso del tiempo. Así lo refutaron autores como Glenn (1974), Feather (1977), o Truett (1992), quienes defendían que los jóvenes, al llegar a la edad adulta, se volvían más resistentes al cambio y asumían roles más conservadores tras conseguir un patrimonio.

Sira Rego apeló al éxito en otros países, pero Austria y Malta son los únicos países que tienen esta norma

La ministra de Juventud, Sira Rego, ya defendió la implantación de esta medida en el Congreso como una de las más viejas reivindicaciones de Izquierda Unida. Lo hizo bajo el argumento de que los jóvenes con más de 16 años pueden abortar y trabajar, por lo que también deberían tener derecho a voto.

En la Unión Europea, solo Austria y Malta permiten votar a los jóvenes menores de 16 en todas las elecciones, mientras que Bélgica, Alemania y Grecia lo permiten, pero no en todos los comicios. La precocidad a la hora de votar es algo más propio de países hispanoamericanos: Brasil, Cuba, Nicaragua y Argentina lo permiten.

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