Este jueves se ha presentado en Madrid el nuevo partido político Vox, cuyas caras más conocidas son Santiago Abascal (militante del Partido Popular en el País Vasco hasta finales de noviembre), José Antonio Ortega Lara y el exministro Ignacio Camuñas. Se trata este de un partido que lanza "una oferta política dirigida al centro-derecha", que ha querido diferenciarse de "otras propuestas de centro-izquierda" como UPyD y Ciutadans, con los que hay sin embargo "puntos de coincidencia en algunas materias".
¿Otro partido? En los últimos tiempos parecen nacer muchos nuevos. Como en el caso de Alejo Vidal-Quadras, quien también anunció la creación de una formación y a quien han conminado a unirse al proyecto: "Tiene las puertas abiertas de par en par", ha asegurado José Luis González Quirós que se ha declarado amigo del popular catalán. El propio Vidal ya se ha mostrado en muchas ocasiones su total descontento con el Partido Popular, aunque por el momento no deja de pertenecer al mismo en espera del desenlace de la lista del PP para las elecciones europeas. "Yo no sé si habrá fragmentación en el PP, lo que sí sé es que nosotros no nacemos con esa intención", ha asegurado el antiguo funcionario de prisiones Ortega Lara.
El nuevo partido aboga por la vuelta a un modelo territorial centralizado "que reconozca los hechos diferenciales culturales, lingüísticos, forales e insulares"
Los participantes en la conferencia han querido hacer gala de su transparencia: "Estamos aquí respondiendo directamente a los medios y no a través de una pantalla de plasma", ha dicho Abascal en un golpe a Mariano Rajoy. Con respecto a la organización territorial, este partido muestra unos postulados sin duda radicales en el panorama político actual: la vuelta a un Estado unitario, "que reconozca los hechos diferenciales culturales, lingüísticos, jurídico-forales e insulares", pero que tenga "un solo Gobierno, un único Parlamento depositario exclusivo de la soberanía nacional y un Tribunal Supremo que actúe como última instancia jurisdiccional en todos los órdenes, comprendido el constitucional". Sí se presentarán, sin embargo, a las elecciones autonómicas, aunque no van a participar en ningún organismo público "cuyo objetivo sea colocar a amiguetes".
Las elecciones europeas serán su primera piedra de toque, y no han querido pronunciarse sobre qué resultados esperan: "Ahora nuestro objetivo es darnos a conocer, para lo cual son muy importantes los medios de comunicación". De momento, han hecho un llamamiento a la ciudadanía para que se unan al partido, con dos requisitos: pagar una cuota de 9 euros al mes y firmar el manifiesto fundacional de la formación, que aparece en su página web.
Según sus promotores, el paso siguiente será la convocatoria de una Asamblea constituyente para el próximo mes de febrero, donde se abrirán el proceso de elección mediante primarias de los candidatos a las elecciones europeas. El propio Ortega Lara se descartó esta mañana como cabeza de cartel, pero el partido tratará de convencerle para que ocupe un puesto destacado en la plancha. Según explicó el exfuncionario de prisiones, ha decidido asumir este reto después de escuchar a su hijo decirle: "Pápá, vaya país que nos estáis dejando".
Con respecto a la financiación de los partidos, los dirigentes de Vox rechazan las subvenciones públicas y han asegurado que "pasarán la gorra" a sus simpatizantes para acostumbrarlos "a que hay que financiar la actividad de un partido que no quiere vivir de las subvenciones públicas (...) Un partido es una máquina de gastar dinero y lo peor sería que gastáramos un dinero que no tenemos haciendo crecer las deudas de forma indefinida y el Estado debería tomar nota de ello".
Contra las "concesiones" a ETA
Estando presentes el exfuncionario de prisiones Ortega Lara y Abascal, lógicamente muchas de las preguntas se han centrado en el tema etarra. La posición del partido, han asegurado, es "no hacer ningún tipo de concesión a los terroristas", como ha defendido Ortega Lara, quien se ha definido como una persona "que me vi obligado a jugarme la vida por España sin quererlo" cuando fue secuestrado por la banda terrorista vasca para pasar 532 días en un zulo de unos pocos metros situado cerca de la localidad guipuzcoana de Mondragón.
En este sentido, Ortega Lara, que militó en el PP desde 1987 hasta 2008, ha acusado al Gobierno de Mariano Rajoy de continuar la "hoja de ruta" marcada por socialista de José Luis Rodríguez Zapatero en su denominado proceso de paz. Así, ha reprochado al Ejecutivo popular que debió dilatar o incumpliar la aplicación del fallo de Estrasburgo contra la doctrina Parot, que ha supuesto la excarcelación de medio centenar de terroristas de ETA. Tras ello, recordó cómo el Gobierno no acató de inmediato la sentencia en los casos de Rumasa y Mario Conde.
