España

Yolanda Díaz echa un pulso a Pedro Sánchez y se lanza a disputarle el voto joven

Tras las decenas de miles de viviendas prometidas por el presidente para ganarse a los menores de 35 años, llega la "herencia universal" de 20.000 euros de la vicepresidenta segunda para quienes cumplan 18

  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en una imagen de archivo. -

En el PSOE hay quien advierte de que el auge de Yolanda Díaz les puede poner en un brete. Al presidente, Pedro Sánchez, le interese inflar el globo de Sumar para reeditar la coalición en Moncloa. Pero la vicepresidenta segunda va a por todas y no le importa inmiscuirse en la estrategia de Moncloa para ganar adeptos a su causa. Tras las decenas de miles de viviendas prometidas por el presidente para meterse en el bolsillo a los menores de 35 años, llega la "herencia universal" de 20.000 euros de la vicepresidenta segunda para quienes cumplan 18, según se desprende los "propuestas de país" que ha acaba de presentar.

Entre la multitud de ideas que abordaron los 35 grupos de expertos, la mayoría de ellas inconcretas, brilla por novedosa esa "herencia universal", que no deja de ser el pago de una cantidad importante de dinero a cada joven que cumpla los 18 años para que lo destine a vivienda o a cualquier otro gasto (como una inversión para emprender) y que sería sufragado con la aportación de los más ricos. Todo un altavoz dirigido a los más jóvenes, a los que quiere seducir la vicepresidenta.

La vicepresidenta segunda del Gobierno busca asentarse en el centroizquierda y superar la dinámica de partidos. Por eso abre las puertas de la cocina de su proceso de escucha. Y dentro de Sumar no se niega que algunos nombres que han trabajado en sus ideas suponen todo un golpe a los socialistas, como el del politólogo Ignacio Sánchez-Cuenca, vinculado a la Fundación Alternativas, o el del magistrado del Tribunal Supremo Fernando Salinas, quien fue vicepresidente del Poder Judicial a propuesta del PSOE.

Extremos fuera

En Sumar buscan alejarse de los extremos. Quieren ocupar todo el espacio de centralidad que tradicionalmente ocupa el PSOE, en parte porque aspiran a ser esa izquierda a la izquierda socialista que opera en su frecuencia sin 'molestar', como dice Podemos. Y no esconden que el PSOE debería cambiar de estrategia, porque está permitiendo (y alimentado) a Yolanda Díaz aparecer ante la opinión pública como una política centrada, la mejor valorada, según casi todos los sondeos de opinión. Además, está centrando sus esfuerzos en vender todo lo que los votantes socialistas quieren comprar. El mercado electoral está a punto de abrir.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en el polideportivo Magariños de Madrid, donde anunció su candidatura.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en el polideportivo Magariños de Madrid, donde anunció su candidatura.EUROPA PRESS / Carlos Luján.

Pese a que la contienda política está ominada por el enfrentamiento que mantienen el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, lo cierto es que Yolanda Díaz es la gran rival del líder socialista. Ambos se inmiscuyen en el caladero del otro. Por eso, en Ferraz hay quien teme que Sumar busque enterrarles, como en su día intentó Podemos.

A la espera de una caída de Sánchez

Es más, en los altos círculos morados se especula con esa hipótesis, en previsión de que una derrota electoral de Sánchez abra al partido socialista en canal. La tesis que manejan los morados y comparten fuentes socialistas es que el presidente ha sido una suerte de "rara avis" en la historia socialista y que sin él, las dos almas del partido -la centrista y la izquierdista- pelearán de nuevo. Y, claro está, Yolanda Díaz ve en esa hipotética disputa una ventana de oportunidad para engordar su proyecto político.

La vicepresidenta quiere quitarse el vice del cargo. No solo lo quiere, lo ansía. Lo gritó en Magariños. Buscar ser la primera presidenta de España. Su ambición política, según relatan quienes la conocen, no ha hecho más que crecer en estos meses. Aunque ha sabido revestirla tras una cortina de humilde indefinición. Pese a todo, Yolanda Díaz es una comunista de manual, con todo lo que eso implica. Y por mucho que reitere cada vez que tiene ocasión que ella hubiera dimitido en caso de que su reforma laboral, por ejemplo, no hubiera salido adelante, ella está decidido a llamar a la historia.

En efecto, Yolanda Díaz, una abogada laboralista que nació en Fene (La Coruña) hace 50 años, hija del histórico sindicalista gallego Suso Díaz, es esa líder que amenaza el liderazgo de Pedro Sánchez desde la izquierda. Por eso, está cocinando un menú con el que quiere seducir el estómago de todos los progresistas del país, incluidos los socialistas entre quienes cada día tiene mejor valoración. El presidente debe cuidar la sal que echa al plato. Pasarse provocaría hipertensión en Ferraz.

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