El sumario de los atentados de agosto de 2017 en Cataluña ha puesto de manifiesto que algunos de los integrantes de la célula yihadista de Ripoll (Girona) también estaban implicados con el tráfico de drogas, aunque a pequeña escala.
El propio conductor de la furgoneta con la que los terroristas provocaron la muerte de 14 personas en La Rambla de Barcelona el 17 de agosto de hace casi un año, Younes Abouyaaqoub, tuvo tiempo durante su huida tras la masacre a llamar por teléfono a uno de sus clientes, que le había preguntado sobre si tenía droga para venderle.
Así lo contó en su declaración ante los Mossos d'Esquadra el testigo Manuel L. B. que el día después del atropello, el 18 de agosto, llamó hacia las 21:30 horas a su camello de Ripoll, que él identifica como Younes, en busca de sustancias estupefacientes.
Y según este testimonio, en un primer momento no le contestó nadie. Y al poco tiempo recibió una llamada de Younes, que le preguntó: "¿Quién eres?". Y el testigo le respondió: "Soy el del Map", ya que Younes Abouyaaqoub le conocía por el lugar en el que vivía, cerca de un centro conocido como Map.
¿Tienes algo?
Y en ese momento, el comprador le preguntó sobre si tenía droga: "¿Tienes algo?", dijo el testigo, que aseguró que Younes le contestó: "Ahora no puedo, estoy un poco lejos", a lo que el declarante le respondió: "Vale, ya te llamaré otro día", tras lo que finalizaron la conversación.
En su testimonio, Manuel L. B. explicó a los Mossos que el día antes de producirse los atentados, sobre las 23:30 horas, vieron a un 'okupa' en el interior de un primer piso, que tiene una puerta de metal para que no pueda entrar gente. Y reconoció a esa persona como Younes, con el que contactaba para comprarle marihuana y cocaína.
Y el jueves 18 de agosto, un día después del atentado, él y su pareja reconocieron en las noticias, "sin lugar a dudas", la fotografía Younes Abouyaaqoub: "Siendo la misma persona que conocía como Younes y que vio el día 16 de agosto de 2017 en el interior del primer piso de la puerta metálica del bloque donde viven", completa el informe policial que obra en el sumario.
"Muy sorprendidos"
El testigo aseguró que al ver las imágenes de su 'camello', él y su pareja se quedaron "muy sorprendidos", y que por eso le llamó al teléfono móvil al que habitualmente le pedía la droga.
Sin embargo, y pese a estar seguro de que había identificado a su camello como la persona que apareció en la televisión, y que había visto en varias ocasiones en el pueblo, Manuel L. B explicó a los agentes que no informó a los Mossos de que había reconocido a uno de los terroristas porque no estaba seguro de que la persona que le contestó fuera Younes Abouyaaqoub.
Vozpópuli ha rastreado el sumario del 17-A en busca de otras referencias al número de teléfono al que llamó el testigo. Y esta numeración aparece en la declaración de otro testigo, de nacionalidad cubana, que asegura que el mencionado número sí era de una persona llamada Younes, pero que no era el terrorista de La Rambla.
"Era colega mío"
Este diario ha llamado al mencionado número de teléfono, en un intento de hablar con el propietario, y así determinar si en algún momento el número había sido utilizado por el conductor de la furgoneta que acabó con 14 vidas en La Rambla. Y ante las preguntas de si la persona que contestó se llamaba Younes o si el dueño del teléfono era el fallecido Younes Abouyaaqoub, el interlocutor únicamente respondió: "¿Y qué si aparece mi nombre en el sumario? Era colega mío", y no quiso aclarar más.
Pero el caso de Younes Abouyaakoub no es el único de los integrantes del grupo terrorista con vinculaciones con el tráfico de estupefacientes. También tuvo relación con las drogas el propio cabecilla del grupo terrorista de Ripoll, el imán Abdelbaki Es Satty, que ya había sido condenado en dos ocasiones a cuatro años de cárcel por tráfico de estupefacientes.
El sumario explica, en el mismo sentido, que Driss Oukabir, en prisión provisional por alquilar una de las furgonetas utilizadas por los terroristas, también era consumidor habitual de marihuana, al mismo tiempo que primos suyos se dedican a la venta de droga.