La Audiencia Provincial de Madrid ha dejado sin efecto la adopción de medidas cautelares que impidieron en su día a los acreedores de Joaquín Rivero y Bautista Soler ejecutar las garantías de los préstamos, consistentes en acciones de Gecina, después de que sus sociedades instrumentales se declararan en concurso de acreedores. El auto, contra el que no cabe recurso, da la razón a Blackstone, Caisse de Depots du Quebec y Natixis, que ya lograron ejecutar estas garantías en Luxemburgo pero, además, condena a los empresarios españoles a pagar los daños que ocasionaron en su día las cautelares, unas indemnizaciones que podrían ser millonarias.