Estos días, los mercados internacionales se tambalean de un lado a otro a la espera de la resolución del conflicto entre Ucrania y Rusia que se alarga en el tiempo sin saber qué haran. El miedo a las bombas en la península de Crimea hundía el selectivo ruso esta semana casi un 12%.
Los inversores temen a la guerra, pero sobre todo a las sanciones que podría imponer a Moscú la comunidad internacional, la más temida de las cuales sería la reducción de las exportaciones de materias primas a Europa. La gestora holandesa Robeco ha analizado la situación de los mercados hasta la fecha con la crisis de Ucrania como telón de fondo.
En el análisis, que adjuntamos a continuación, se hace referencia a que el impacto de la crisis en Ucrania es todavía limitado y que la escalada de la crisis es poco probable. Plantean un escenario alternativo y un boicot que no interesa ni a Rusia ni a Europa sin que haya cambios en las estrategias de inversión, aunque advierten de los posibles daños colaterales.