"¿Cree que ETA llegará a pedir perdón?", era la primera pregunta de una de las pocas entrevistas radiofónicas concedidas por Iñaki Rekarte, esta vez a la Cadena Ser. "Sí, yo creo que sí, inevitablemente. Cuándo, no lo sé, pero creo que lo hará, simplemente por la evolución de las personas", respondía.
"Si tuviera que decir una cosa que me ha enseñado la vida es que si haces mal, conspira para hacerte mal. Y lo contrario también"
El exmiembro de ETA, condenado por el atentado con coche bomba en Santander donde murieron tres peatones, explicaba el proceso que le había llevado a rechazar la violencia, separarse del colectivo de presos de la banda y entrevistarse incluso con una de sus víctimas, viuda de uno de los peatones. "Todo es un proceso de ir conociendo gente en el camino que en principio parecería que debería ser tu enemigo, y resulta que no es así. Es el proceso de la vida quizá, sin más. En la cárcel hay diferentes etapas. La primera cuando no asimilas ni lo que has hecho ni nada, tienes un punto de agresividad muy alto. Luego empiezas a reflexionar un poquito y te vas asentando, y después empiezas a ver el horizonte de la vida, a actuar de otra manera. Es un continuo cambio en la vida. Si tuviera que decir una cosa que me ha enseñado es que si haces mal, la vida conspira para hacerte mal, y lo contrario también. Es como el boomerang que si lo lanzas mal te va a dar en el cogote", argumentaba.
Rekarte admite que en su momento, aunque no trató de convencer a otros presos de la necesidad de pedir perdón, sí intentó que se valorase la opción de tomar otro camino en la vida, ya que lo primero "es una cosa más personal de cada uno". Su decisión fue separarse del colectivo de presos poco a poco, más a raíz del nacimiento de su hijo, que ahora tiene seis años. "Veo que ya no aguanto más ahí, es lo que me da fuerzas para romper con todo y superar no sé si el miedo, los complejos, o haber estado metido tantísimo tiempo en esa manera de vivir. A partir de ahí lo que decido es tomar mi camino. Se van abriendo puertas, voy conociendo a personas que me ayudan y luego se creó la 'vía Nanclares'. Poco a poco iban surgiendo las cosas, las ideas", explica.
"Traté de ponerme en el pellejo de mi víctima y no sé si yo sería igual. Lo hablé con mi mujer, tiene que ser muy difícil. El ser humano es muy fuerte y muy bueno"
Según su experiencia personal, el enfrentarse cara a cara con su víctima fue una experiencia muy profunda. "No te imaginas cómo puede ser esa persona que te vas a encontrar. Descubrí que era alguien sin odio, al menos con la que estuve yo. Traté de ponerme en su pellejo y no sé si yo sería igual. Es lo que hablé yo luego con mi mujer, que tiene que ser muy difícil. Aprendí que el ser humano a veces es muy fuerte y muy bueno, a pesar de los pesares. Fue una experiencia muy enriquecedora para mí, y siempre me viene lo mismo a la cabeza: que hay que ser buena persona, tener mucha empatía con los demás. Son sensaciones, algo muy profundo entre ella y yo. Nos creamos enemigos en la vida por cositas pequeñas y el ser humano es mucho más que todo eso", admitía.
Entorno incómodo
Rekarte, quien confiesa que tiene la conciencia tranquila aunque no le gusta hablar de su vida ni mirar atrás y ver las cosas que ha hecho, responde que no tiene ningún contacto con presos de ETA y comenta que vive un poco aislado de todo. Recientemente ha visto cómo tenía que suspender un acto con bertsolaris -compositores de versos en euskera- en el bar que regenta por presiones del colectivo etarra, que le ve como un traidor arrepentido. Sin embargo, dice no ser consciente de ese rechazo, o al menos no importarle. "La gente normalmente como nunca dice nada a la cara, no te das ni cuenta. Yo vivo en un pueblo de gente muy maja, encantadora, y quienes son así de estas ideas de apoyo a ETA es que, primero, ni me interesa, y el rechazo que pueda tener de ellas me trae sin cuidado. Pero es que no me entero siquiera", dice.
"Hay mucha gente que ha salido de ese mundo, parece que has hecho algo malo y no es así. No tienes que estar siempre sometido a un pensamiento o un tipo de vida"
Para él, quienes le rechazan o rechazan que cada ser humano haga lo que quiera en su vida y piense lo que quiera, tiene un problema personal que afecta a bastante gente que reivindica la libertad y la democracia. "Se les llena la boca, a veces con esas palabras, y creo que no han reflexionado bien sobre lo que significa eso. Yo personalmente si sé que no quieren participar en el acto por eso, el que trata de que no vengan soy yo. Como he vivido mucho tiempo entre ese tipo de pensamientos, no es que lo entienda, pero sé lo que es", reconoce, añadiendo que lo que le ha pasado a él también le ha ocurrido a mucha gente que ha salido de ese mundo, ya que "parece que has hecho algo malo y no es así. Parece que tienes que estar siempre sometido a un pensamiento, a un tipo de vida y no es así".
Su punto de inflexión fue el nacimiento de su primer hijo, a quien no sabe muy bien cómo explicará su pasado, aunque cree que se enterará antes de que él tenga una versión. "Supongo que lo haré de forma natural. Esto es lo que es tu padre, no hay más. El mayor alguna vez me ha preguntado, porque alguien le había dicho que yo había matado a policías, y le dije que no, que no hiciera caso a la gente. De momento salí del paso así. Tiene seis años, hablaremos de eso más adelante, ya lo veré", confesaba.
"Creo que ETA tiene voluntad de entregar las armas, tampoco tiene otra. Tendrá sus condicionantes, pero supongo que poquito a poco sus pasos son entregar las armas, desmantelarse y desaparecer"
Futuro de la banda terrorista
Preguntado sobre si de verdad ETA tiene voluntad de entregar las armas, Rekarte responde que cree que sí, ya que "tampoco tiene otra". "Creo que tendrá sus condicionantes, querrán salir airosos de alguna manera, liberar a sus presos y salvar el culo de los que anden por ahí perdidos. Si te digo la verdad no sé cuál será el siguiente paso, pero supongo que poquito a poco, a ritmo de caracol, entregar las armas, desmantelarse y desaparecer. Pedir perdón no sé si ETA lo hará en un comunicado, pero creo que persona a persona sí, por necesidad y porque los tiempos traerán eso si es que de verdad se quiere construir una sociedad más o menos pacífica para el futuro de nuestros hijos. El día que deje de ser un complejo, porque a muchos les acompleja pedir perdón", explica.
Respecto al papel de la izquierda abertzale, admite de nuevo que vive apartado de las noticias, pero "supone que estarán porque esto acabe". "Prevalecerá el deber de hacer política y ver cómo se termina de solucionar todo, cómo ir cerrando heridas", sentencia.