Internacional

Argentina acusa a Repsol de exhibir "extraordinarios niveles de rentabilidad" con YPF

El ministro de Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, ha considerado "inaceptables" los "cuestionamientos" del comisario de Comercio de la Unión Europea (UE), Karel de Gucht, a la política comercial del

  • Los ministros de asuntos exteriores de Argentina, Héctor Timerman (derecha), y de Uruguay, Luis Almagro (izda) ayer

El ministro de Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, ha considerado "inaceptables" los "cuestionamientos" del comisario de Comercio de la Unión Europea (UE), Karel de Gucht, a la política comercial del país sudamericano.

A través de un comunicado difundido por el Ministerio de Exteriores, Timerman ha contestado a De Gucht, que ayer aseguró que la UE dará una "respuesta eficaz" a la expropiación del 51 por ciento de YPF a Repsol y que tendrá en cuenta las medidas proteccionistas "injustificadas" y "dañinas" introducidas recientemente por Argentina. "Sus comentarios sobre Repsol YPF me han causado sorpresa tanto por su enfoque como por el tono empleado. La reacción es desmesurada", ha aseverado el canciller argentino, en alusión al comisario europeo.

Timerman ha considerado "inadmisible" que "una decisión soberana vinculada a una empresa multinacional, cuyo accionar ponía en riesgo el autoabastecimiento energético de Argentina, sea utilizada en foros multilaterales para condenar su política de desarrollo e intentar restringir su margen de acción en materia de política pública".

Los argumentos de Argentina

En concreto, ha calificado de "improcedente" vincular esta decisión a la pertenencia del país al G-20. El ministro ha recordado que Argentina, al igual que la UE, es socio fundador del G-20, por lo que "sería más constructivo para el accionar del G-20 que la UE se aboque a cumplir sus compromisos en vez de adjudicarse el rol de evaluador de otros miembros, rol que nadie le ha otorgado". En este contexto, el ministro ha explicado que "los fundamentos (de la expropiación de YPF) surgen de la necesidad de revertir una política que podría caracterizarse como de explotación".

Timerman ha argumentado que entre 1999 y 2011 se produjo una reducción del 38,3 por ciento en la producción de petróleo y una del 25,4 por ciento en la de gas; una contracción del 40,5 por ciento en las reservas de petróleo y una del 47,1 por ciento en las de gas; y una caída "a mínimos históricos" de los pozos exploratorios netos, con "sólo" 17 en 2011.

Grandes dividendos

En paralelo, ha destacado que Repsol YPF "exhibió extraordinarios niveles de rentabilidad gracias a una estrategia de segmentación del mercado y aumento de precios". Así, ha indicado, desde 2003 las ventas crecieron un 113 por ciento, "generando un incremento notorio de las ganancias y del flujo de dividendos remitidos al exterior". Además, ha denunciado que entre 1999 y 2011 Repsol YPF de hidrocarburos distribuyó un total de 15.728 millones de dólares en dividendos, una política que "impidió la necesaria capitalización de la empresa, lo que se sumó al creciente endeudamiento en que la misma incurrió desde el año 2007".

"En este marco, por primera vez en 17 años el saldo comercial en materia de combustibles de Argentina alcanzó en 2011 un déficit 3.029 millones de dólares, viéndose comprometida la soberanía energética del país", ha subrayado.

No quieren dañar a España

Timerman ha aclarado que la expropiación de YPF "no busca vulnerar al Reino de España, sino que se trata de una decisión soberana de carácter estratégico tendiente a la recuperación de la capacidad de autoabastecimiento nacional en hidrocarburos a fin de garantizar el desarrollo económico con equidad social en el país". Además, ha subrayado que la expropiación parcial es una institución contemplada en la Constitución argentina, "así como en varias constituciones europeas, e incluso en los acuerdos bilaterales vigentes con el Reino de España" y que se realizará "con pleno respeto al derecho y los compromisos internacionales.

 "No hay en la decisión discriminación alguna", ha sostenido, al tiempo que ha recordado que "se prevé una compensación en el marco de la normativa argentina y los compromisos internacionales contraídos, en este caso, el Acuerdo para la Promoción y la Protección Recíproca de Inversiones entre la República Argentina y el Reino de España firmado el 3 de octubre de 1991".

Por todo ello, ha considerado que, "lejos de actuar en detrimento del clima de negocios y la inversión, esta medida busca generar un entorno económico más previsible, al favorecer la consolidación del crecimiento del país sin el temor de que futuras restricciones energéticas limiten la expansión de la economía argentina".

"Plena seguridad" a las inversiones

En este sentido, Timerman ha garantizado "plena seguridad" para "la inversión europea de carácter productivo que contribuya al desarrollo nacional". "Seguirá siendo bienvenida en la República Argentina", ha afirmado.  Así, el canciller ha asegurado que el Gobierno de Fernández de Kirchner "valora el rol de cientos de firmas de origen europeo que generan empleo, valor agregado y exportaciones en Argentina con una visión de largo plazo".

Reproches a la Unión Europea

Timerman ha aprovechado la ocasión para expresar a De Gucht algunas de las "preocupaciones" de Argentina por sus "serias dificultades" para acceder al mercado europeo. Entre concreto ha mencionado, la orden española que prohíbe el uso del biodiesel no producido en Europa para cumplir con las obligaciones de uso energético originado en fuentes renovables. "Esta medida representa una inaceptable discriminación que, de no ser corregida por la UE, afecta a la mitad de nuestras exportaciones a España o el 10 por ciento de nuestras exportaciones totales a la UE", ha apuntado.

El canciller argentino ha sumado a esta lista de reproches el parón en las negociaciones entre la UE y el Mercado Común del Sur (MECOSUR) para firmar un Acuerdo de Asociación Birregional. "No es la primera vez que altas autoridades europeas expresan dudas respecto del interés de la UE en avanzar en las negociaciones en curso. El hecho de vincular el que podría ser el acuerdo comercial, político y de cooperación más ambicioso a nivel global con una decisión soberana de Argentina en materia energética es una nueva muestra de ello", ha dicho.

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