El Gobierno alemán estudia prohibir de forma temporal todos los viajes al extranjero para tratar de atajar la polémica sobre el repunte de los viajes de Semana Santa a Mallorca desde que se declaró que las Baleares no eran zona de riesgo.
La medida, que están revisando los Ministerios de Justicia e Interior para evitar reveses judiciales, llega casi dos semanas después de que el archipiélago fuese sacado de la lista de zonas de riesgo del Gobierno alemán, lo que eliminaba los requisitos de PCR y cuarentena para los viajeros procedentes de estas regiones.
La viceportavoz del Gobierno alemán, Ulrike Demmer, reconoció a medios alemanes que hay un proceso de revisión de esta medida en marcha porque se considera que podría topar con "obstáculos constitucionales".
Según la edición digital del semanario Der Spiegel, Merkel avanzó esta posibilidad en la videoconferencia que celebró en la mañana del miércoles con los jefes de gobierno de los 16 estados federados. No hay un plazo explícito para tomar una decisión.
La postura en el Gobierno alemán es clara. El ministro de Finanzas, Olaf Scholz, aseguró al ser interrogado sobre Mallorca en una rueda de prensa: "No es bueno que ahora, en esta situación, tengan lugar estos viajes".
40.000 billetes comprados
La posibilidad de viajar sin limitaciones -por parte de Berlín- al primer destino internacional de los alemanes estaba siendo muy criticado en el país, tanto desde el sector como por los ciudadanos.
Muchos lo consideraban incongruente ya que, debido a la pandemia, en Alemania está prohibido el turismo interno y hoteles y casas rurales llevan meses cerrados. Una encuesta de YouGov elevaba al 65 % de la población esta postura.
Otros no han desaprovechado la oportunidad. Las aerolíneas alemanas estiman que unos 40.000 alemanes han comprado vuelos a Mallorca para estos días y, según el diario Bild, unos 8.000 ya están en la isla. Televisiones y periódicos les han entrevistado en las calles de Palma.
Esta situación también ha provocado una fuerte controversia en España, que depende económicamente del turismo y especialmente de los viajeros alemanes. La mayoría sus ciudadanos no podrá salir en Semana Santa de su comunidad autónoma por las restricciones de la pandemia.
Sin test ni cuarentena
Las autoridades alemanas sacaron el 12 de marzo a las Baleares (junto a la Comunidad Valenciana, La Rioja, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia) de la lista de zonas de riesgo, lo que eliminaba en la práctica el requisito del PCR negativo y la cuarentena de diez días para los viajeros procedentes de estas comunidades autónomas.
Esta lista la actualizan cada viernes de forma consensuada el Instituto Robert Koch (RKI) de virología y los ministerios de Sanidad, Exteriores e Interior. Uno de los criterios principales es la incidencia acumulada, aunque el Ejecutivo alemán no ha explicado al detalle cómo se decide la clasificación.
La incidencia acumulada en Baleares es actualmente la segunda menor de España, con 47 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. La media alemana es de 186 (España, 128), según el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).
La decisión sobre las Baleares disparó de seguido la demanda alemana de viajes vacacionales para Semana Santa a Mallorca. Lufthansa, el mayor grupo aeronáutico nacional, anunció que casi doblaba su oferta desde Alemania a la mayor de las baleares. El turoperador Tui, el mayor del mundo, adelantó la apertura de sus hoteles en la isla.
Ante esta avalancha el Gobierno alemán insistió en que la recomendación general era la de "evitar todo viaje que no sea estrictamente necesario", como dijo el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert.
El pasado lunes, ante la creciente presión, la canciller Angela Merkel y los jefes de Gobierno de los 16 estados federados decidieron frenar los viajes a Mallorca y reintrodujeron las PCR obligatorias para todos los viajeros procedentes del extranjero, independientemente de la situación en el lugar de origen.
Significado económico
Según la Asociación Turística de Alemania (DTV), en 2018 (últimos datos disponibles) un total de 55 de los 83 millones de alemanes realizaron 70,1 millones de viajes, con España como primer destino internacional (13 %).
El gasto medio de un alemán en un viaje de menos de cinco días se situó en los 268 euros y ascendió hasta los 1.017 euros en los denominados viajes largos.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), Alemania es el segundo país que más viajeros envía a España, con 13 millones de turistas anuales, tan sólo por detrás de Reino Unido.