Este domingo, 32 millones de argentinos están obligados a votar el futuro de su país, marcado por doce años de kirchnerismo. Estas elecciones, las primeras en el país en las que se celebra una segunda vuelta, han sufrido un giro en el voto que ninguna encuesta auguraba. Si bien los primeros sondeos daban la victoria en la primera vuelta a Daniel Scioli, candidato oficialista del kirchnerismo, el buen resultado de Mauricio Macri, candidato por la lista de Cambiemos, el pasado 26 de octubre, unido a la crisis de confianza por la que pasa el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, hicieron que los argentinos pudieran elegir a su presidente en un duelo a dos, en el que las encuestas auguran el fin de las políticas del kirchnerismo.
Los dos candidatos intentan desvincularse de una imagen negativa para su campaña, Scioli de la herencia de Kirchner y Macri de la derecha
Los dos candidatos, Daniel Scioli y Mauricio Macri, provienen del gobierno en Buenos Aires, Scioli en la provincia y Macri en la alcaldía, amigos, miembros de una misma clase social alta y vinculados al deporte, el primero, campeón mundial de motonáutica hasta en ocho ocasiones, sufrió un accidente en 1989 que casi le costó la vida y en el que perdió un brazo. En 1998 se retiró del deporte, aunque desde un año antes ya era diputado electo por la ciudad de Buenos Aires. Por su parte, Macri, conocido sobre todo por ser el presidente de Boca Juniors entre 1995 y 2008, dio el salto a la política en el año 2003, llegando a convertirse, en el año 2007, en el jefe de Gobierno de la capital argentina.
Pero que sean amigos no ha evitado un duro enfrentamiento en estas semanas tras el balotaje. Si se tuviera que resumir en pocas palabras, se podría decir que durante estos días la campaña ha consistido en negar que son lo que su rival les achaca, uno que sea una mera marioneta de Cristina Fernández de Kirchner y el otro que sea un conservador que va a dar marcha atrás con todas las políticas del gobierno anterior. Pese a negar que son lo que se supone que son, los dos candidatos toman en sus ataques dicha posición, la de continuador de los logros del kirchnerismo o la de cambio para acabar con la mala situación de Argentina. Pese a ello, Macri ha anunciado que va a mantener algunos planes sociales del Gobierno de Kirchner, así como las nacionalizaciones, como la de YPF, impulsadas por éste.
Intenso cara a cara
"Estoy aquí para defenderte, compañero trabajador, te pido que votes en defensa propia", llegó a decir Scioli durante el debate cara a cara que mantuvieron los candidatos hace una semana. Mientras tanto, Macri le recriminó: "Daniel, vos no sos el cambio, elegiste ser la continuidad, estar con Zannini, con Kicillof", apuntó el candidato opositor, haciendo mención al número dos de Scioli, Carlos Zannini, hombre fuerte del kirchnerismo impuesto por la saliente presidenta. Pese a ello, Scioli se defiende alegando a Macri que no "discutas con el Gobierno que se va, discute conmigo", y es que el candidato oficialista lucha desesperadamente por hacer desaparecer la imagen de hombre del Gobierno, pese a haber sido elegido candidato por la presidenta. Durante el debate, al que se negó el candidato oficialista en la primera vuelta, y que ahora necesita para dar un giro a las encuestas -27 de las 30 realizadas para la segunda vuelta reflejan su derrota-, Scioli intentó convencer a los argentinos de que Macri hará un gran ajuste y traerá una fuerte devaluación, mientras que el candidato opositor centró gran parte de sus intervenciones en relacionar a Scioli con el kirchnerismo y criticar la gestión del mismo en los últimos 12 años.
"Estoy aquí para defenderte, compañero trabajador, te pido que votes en defensa propia", llegó a decir Scioli durante el debate contra Macri
Scioli no cesó en el ataque: "Las propuestas de Macri son un peligro para los argentinos. Detrás de la idea del cambio hay una gran mentira. Cuando se le quita el velo aparece la devaluación, el ajuste. En su equipo Macri tiene exgerentes de Shell, Monsanto, de JP Morgan", ante lo que Macri contestaba: "Daniel, la gente en Argentina no tiene miedo. Los únicos que tienen miedo son ustedes, los que están en el Gobierno, que temen perder sus privilegios. El kirchnerismo es el que más devaluó".
Durante el debate también se pudieron ver las grandes diferencias de los dos candidatos en materia de política internacional, y es que en este punto Macri no matiza, es muy claro: quiere mejorar la relación de Argentina con Estados Unidos y Europa. Pero el punto clave del discurso del opositor es Venezuela. Si gana, Macri solicitará una reunión extraordinaria de Mercosur para pedir la aplicación de la cláusula democrática con el país presidido por Nicolás Maduro si no libera a Leopoldo López.
Según recogieron los sondeos posteriores, ocho encuestas realizadas por las redes sociales por los principales medios del país y en las que votaron en total 752.290 personas, el candidato opositor ganó de manera solvente el cara a cara. Además, según una encuesta online realizada después del debate, el 82% de los votantes de Sergio Massa, el tercer candidato más votado en la primera vuelta con 5,3 millones de votos y cuyos apoyos son claves en el balotaje, consideró ganador del debate a Mauricio Macri, lo que acentúa más la posibilidad de un cambio político en el país latinoamericano.
El kirchnerismo se esconde en la recta final
A raíz de la pérdida de popularidad del Gobierno nacional, en los últimos días de campaña, el equipo de la presidenta ha decidido que es mejor que Scioli no aparezca tan relacionado a Cristina Fernández, que no acude a los actos para evitar ser una 'carga' de cara a los comicios. Y es que el Ejecutivo está quemado, las críticas son constantes y a raíz de esta situación, según recoge el diario El País, el kirchnerismo está atrincherando a algunos cargos de confianza en distintos puestos de gran responsabilidad como los de gobernador y directores del Banco Central, el jefe de los fiscales, el presidente del órgano regulador de los medios, los mismos cargos del ente controlador de las telecomunicaciones y la jefatura de la unidad contra el lavado de dinero.
Si Scioli se hace con la victoria, estos cargos no se ven amenazados, pero si Macri gana, ya ha anunciado que iniciará los procesos pertinentes para liberar estos cargos de personas cercanas a la actual presidenta del país.
Críticas al pasado de los candidatos
A raíz de la encarnizada lucha por apoyos, detractores de Scioli y de Macri han hurgado en el pasado con el fin de encontrar trapos sucios que lanzar a la cara a sus adversarios. Del pasado de Scioli, se le acusa de que haya sido sospechoso de contrabando de electrodomésticos en dos causas distintas, de que se declarara insolvente para pagar 200.000 dólares a un vecino mientras vivía a todo tren y de no reconocer a una hija extramatrimonial durante 19 años hasta que el asunto saltara a la prensa. De Macri, sus detractores le achacan que su nombre apareciera en los cables Wikileaks al solicitar éste a la embajada norteamericana que criticara con dureza a Kirchner para ganar votantes y que fuera relacionado con casos de espionaje en la ciudad de Buenos Aires. Además, se le critica que fuera demandado por discriminación contra las personas con sobrepeso y por una acusación de recibir financiación de una red de prostitución durante su campaña por la reelección en 2011.
Frente a estas críticas a sus respectivos pasados, la ciudadanía argentina está obligada a decidir entre Scioli y Macri el futuro de su país. Durante el mandato del matrimonio Kirchner, tanto Cristina como Néstor han logrado mejorar algunos datos del país, como los niveles de pobreza, de desempleo o el dato del PIB, pese a que una cuarta parte de la población esté por debajo del umbral de la pobreza, la inflación es alta, supera el 25% según organismos independientes, y la corrupción manche la imagen de la clase política y que incluso involucran al vicepresidente del Gobierno, Amado Boudou. Ante los datos oficiales, Macri ya ha dicho que cree que se encontrará si gana un gran "desorden económico", y es que los críticos al Gobierno aseguran que datos como los de inflación y pobreza llevan manipulándose desde hace tiempo. Así, y con todo por decidir, los argentinos depositan este domingo su voto en la urna para cambiar o mantener su rumbo.