La campaña de Joe Biden parece estar llegando a sus momentos decisivos. El presidente se encuentra aislado en su casa de playa, en Delaware, debido al coronavirus, mientras que su oponente, Donald Trump, disfruta de un gran apoyo en la convención nacional republicana en Milwaukee, Wisconsin. En un giro sorprendente, Biden sugirió por primera vez que podría abandonar la carrera electoral si un médico le diagnosticara una enfermedad.
Esta semana se reunió con los líderes de su partido en el Congreso, Hakeem Jeffries y Chuck Schumer, quienes expresaron su preocupación por la debilidad electoral del presidente.
Diversos medios estadounidenses reportan que Biden ha estado “más receptivo” a la idea de retirar su candidatura, solicitando información sobre las encuestas internas de la campaña de su vicepresidenta, Kamala Harris, en un posible enfrentamiento directo con Trump. Además, la presión de congresistas, donantes y amigos cercanos podría llevar a Biden a abandonar su candidatura presidencial este mismo fin de semana. El Washington Post señala que incluso Barack Obama, exmandatario y antiguo jefe de Biden, ha cuestionado la viabilidad de su candidatura.
No obstante, la Casa Blanca ha confirmado estas reuniones privadas y ha declarado que Biden sigue comprometido con su candidatura. En una entrevista con 'BET News', Biden reafirmó que sus encuestas internas indican que aún tiene opciones sólidas de ganar. Andrew Bates, portavoz de la Administración, comentó que Biden aseguró a Jeffries y Schumer que es el candidato del partido y planea ganar para avanzar con su agenda de ayuda a las familias trabajadoras.
El mensaje de Pelosi a Biden
Por otro lado, la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, expresó sus dudas sobre las posibilidades que tiene "este Biden" para vencer a Trump, basándose en encuestas internas. Politico ha publicado que Pelosi le dijo a Biden la semana pasada que legisladores demócratas, incluyendo ella misma, temen que está hundiendo el partido.
Además, el congresista Adam Schiff de California se ha unido a las voces que públicamente piden a Biden que se retire. Schiff, el primer congresista en hacer esta petición tras el intento de asesinato a Trump en Butler, Pensilvania, afirmó que es momento de que Biden pase la antorcha para asegurar su legado de liderazgo y permitir una victoria demócrata contra Trump en las próximas elecciones.
Hasta ahora, 27 miembros del Congreso han manifestado su preocupación por las encuestas que favorecen a Trump en estados decisivos y a nivel nacional, poniendo en riesgo incluso estados tradicionalmente demócratas como New Jersey y Colorado. Además, otra treintena de congresistas ha expresado dudas sobre las posibilidades de Biden en privado. Un sondeo reciente de 'Associated Press' revela que casi dos de cada tres votantes demócratas creen que Biden debería retirarse.
La debilidad electoral de Biden también amenaza la representación demócrata en ambas cámaras del Congreso, que se renovarán en las elecciones del 5 de noviembre. Los republicanos ya tienen mayoría en la Cámara Baja y los demócratas tienen una estrecha mayoría en el Senado. Si Trump gana las elecciones, podría obtener un control casi total de las tres ramas del poder federal, ya que el Tribunal Supremo tiene actualmente una mayoría conservadora de seis a tres, con tres jueces designados en el mandato de Trump.
A pesar de la creciente percepción de una victoria asegurada para Trump, la última encuesta de Emerson College ofrece un rayo de esperanza para los demócratas. En un enfrentamiento hipotético entre Trump y "un demócrata más joven", esta última opción ganaría en todos los estados clave: Pensilvania, Wisconsin, Michigan, Nevada, Georgia y Arizona. Sin embargo, en un duelo directo con Biden, Trump lideraría en los mismos estados.
En la convención republicana de Milwaukee, el lema "Make America Strong Again" ("Hagamos a América fuerte de nuevo") resuena con fuerza, destacando el contraste entre Trump, quien sobrevivió a un intento de asesinato y fue recibido como un héroe, y Biden, quien lucha con lapsus y vacilaciones, ahora aislado en Delaware con síntomas leves de COVID-19. Estos podrían ser los últimos días de su larga carrera política.
Opciones sobre el futuro de Joe Biden
La primera opción es que el líder demócrata se mantenga en su posición y se aferre al cargo. De esta manera, y si nadie dice nada al respecto, Biden saldría reelegido candidato y se presentaría a las presidenciales con un incremento de la presión y las peticiones de apartarse del cargo.
Asimismo, debería enfrentarse a un segundo debate frente a Trump el 10 de septiembre -teniendo en cuenta lo cruciales que son los debates para la sociedad estadounidense-, lo que podría hundir aún más su credibilidad y la confianza de los electores o, contra todo pronóstico, mostrarse más fuerte que hasta ahora.
La segunda opción es que algún miembro del partido podría lanzar un órdago y tratar que otro candidato salga a la palestra o que el propio Biden se retire de la carrera. Un escenario desconocido por lo que no se podrían prever los acontecimientos posteriores.
La tercera opción es que el líder demócrata haga caso a las voces que le dicen que se eche a un lado y de paso a un nuevo candidato. Si se retira antes de la Convención, es probable que esta se alargue más tiempo del previsto para celebrar una votación. Se llamaría "convención abierta" y el candidato se elegiría tras las negociaciones y reuniones a puerta cerrada. En ese supuesto, la actual vicepresidenta, Kamala Harris, pasaría a ejercer de presidenta, pero no de candidata demócrata, ya que los delegados de Biden no pasarían directamente a Harris, que debería 'buscarse' sus apoyos.
Se barajan más nombres para poder coger el testigo a Joe Biden, además de la propia Harris, que sería el paso más razonable teniendo en cuenta que se trata de la vicepresidenta, aunque carga con el hándicap de la impopularidad. Entre estos destacan: Gavin Newsom, gobernador de California; Gretchen Whitmer, gobernadora de Míchigan; J.B. Pritzker, gobernador de Illinois; Wes Moore, gobernador de Maryland; Pete Buttigieg, secretario de Transporte; o Josh Shapiro, gobernador de Pensilvania.