El Gobierno de China ha pedido limitar a cuestiones puramente "científicas" las medidas de prevención para evitar una mayor propagación del coronavirus después de que varios países de Asia y Europa hayan vuelto a introducir requisitos, como test negativos, para aquellas personas procedentes de territorio chino.
Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Exteriores del gigante asiático, ha aludido así a la responsabilidad y el establecimiento de "medidas apropiadas" que "no afecten al desarrollo normal de los intercambios personales o la cooperación" entre países.
Así, ha recordado que a lo largo de la última semana, expertos de diversos países han descartado la necesidad de imponer restricciones a la entrada de personas procedentes de China, que atraviesa una fuerte ola de contagios.
"Queremos recordar que a lo largo de esta pandemia, China ha estado compartiendo datos de gran relevancia con la comunidad internacional, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS), de forma transparente. Hemos hecho una gran contribución", ha destacado.
En este sentido, ha señalado que los departamentos pertinentes "seguirán supervisando y controlando el avance del virus, al tiempo que publicará más información sobre la epidemia de acuerdo con la ley". "Seguiremos trabajando con la comunidad internacional para afrontar los desafíos que esto supone", ha dicho durante una rueda de prensa.
La explosión de casos de COVID-19 en China, derivada de la retirada de la mayor parte de las restricciones impuestas durante toda la pandemia, ha generado preocupación a nivel mundial y ha derivado en la imposición en varios países, entre ellos España, de nuevos controles para los viajeros procedentes del país.
No obstante, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) valoró el jueves que, por ahora, recuperar este tipo de medidas era "injustificado", toda vez que Europa cuenta con un amplio nivel de inmunización y no se han detectado nuevas variantes que supongan un motivo adicional de preocupación.