El pasado 9 de junio, tras las elecciones europeas que convirtieron a Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen en el partido más votado de Francia, manifestantes de extrema izquierda salieron a las calles de todo el país. Unas protestas que tenían como objetivo movilizar al electorado y que estuvieron marcadas por los numerosos disturbios y destrozos en distintos puntos de Francia. Entonces, hubo más de 200 movilizaciones.

Este domingo se prevé otra victoria de RN en las elecciones legislativas adelantadas por Macron tras el batacazo en las europeas, pero en esta ocasión, muchos negocios de Francia han decidido tomar cartas en el asunto y proteger sus comercios ante los posibles daños provocados a sus negocios.

Las imágenes de repiten en Paris, Marsella o Lyon: los trabajadores de distintos negocios, entre los que se encuentran las españolas Zara o Bershka, han tapiado los cristales de sus negocios con paneles de madera para evitar destrozos en los escaparates. También han instalado planchas metálicas en las puertas.

Así lo ha denunciado el primer teniente de alcalde del segundo distrito de Lyon, Jean-Stéphane Chaillet, en un post en el que adjunta varias fotos de negocios blindados: "Esta noche nuestra ciudad de Lyon se protege de posibles ataques que la extrema izquierda promete en caso de resultados legislativos que no le convengan "

Los bares y restaurantes han optado por quitar todos los elementos de sus terrazas para evitar posibles destrozos derivados de las manifestaciones. Los comerciantes, tal y como relatan a Le Figaro, temen que "junio de 2024 se convierta en junio de 2023", es decir, un mes marcado por los disturbios.

La preocupación no solo se extiende a la noche electoral: los negocios que deciden tapiar sus escaparates son conscientes de que tienen que cerrar y por tanto, reducir por completo su facturación. Porque todavía falta la segunda vuelta, que se celebrará el próximo domingo, además de las posibles manifestaciones posteriores en función del resultado en las urnas.