La destrucción de la presa de Kajovka sigue generando estragos y augura una catástrofe ecológica y humanitaria. Este miércoles, las autoridades impuestas por Rusia en la región ucraniana de Jersón, en el sur del país, han declarado el estado de emergencia en los territorios bajo su control por las graves consecuencias de la destrucción de la presa de Kajovka. "En la región de Jersón ha sido introducido el régimen de funcionamiento del estado de emergencia", dijo una fuente de emergencias a la agencia estatal rusa TASS.
Según la fuente, cerca de 2.700 casas han quedado inundadas en la región tras la destrucción de la presa y el número de evacuados asciende a 1.300 personas. La víspera, las autoridades declararon el estado de emergencia únicamente en la zona de Nueva Kajovka, donde se ubicaba la hidroeléctrica destruida.
Según el gobernador interino de Jersón, Vladímir Saldo, entre 22.000 y 40.000 personas se encuentran en la zona del desastre.
El nivel del agua del río Dniéper en la provincia de Jersón, del sur de Ucrania, superó hoy los 5 metros tras la destrucción, en la madrugada del martes, de la Central Hidroeléctrica de Nueva Kajovka, informaron hoy los servicios de meteorología ucranianos en la televisión nacional. “A las 8 de la mañana, el nivel hidrológico es de 5 metros y 29 centímetros”, declaró el jefe de estos servicios en la provincia de Jersón, Yuri Kiriak. Según Kiriak, el nivel del agua subió 5 metros en las 29 horas previas como consecuencia de la ruptura de la presa, que según Kiev fue provocada intencionalmente por Rusia con explosivos.