Las autoridades de Corea del Sur han vuelto a lamentar el silencio de su vecino del norte, de Pionyang, que ha sumado cuatro días consecutivos sin contestar a las peticiones de Seúl para llevar a cabo las conversaciones de seguridad rutinarias que mantienen ambos países. El Ministerio de Unificación surcoreano ha señalado que Corea del Norte parece haber cortado "unilateralmente" la línea de comunicación de enlace, ya que el país no ha respondido a las llamadas de rutina desde el viernes, incluidas las llamadas de apertura del lunes, según ha informado la agencia Yonhap.
"Mientras monitoreamos la situación, el Gobierno está revisando cómo responder. No tardaremos en emitir una postura oficial", ha declarado el portavoz del Ministerio de Unificación, Koo Byoung-sam, en una conferencia de prensa regular.
Desde Seúl, están considerando que esta decisión "unilateral" de bloquear el canal de comunicación puede enmarcarse en una estrategia de su país vecino para protestar por los ejercicios militares conjuntos que las Fuerzas Armadas surcoreanas están llevando a cabo junto a las estadounidenses.
Responsables de seguridad de Seúl y Pionyang mantienen por norma dos conversaciones telefónicas al día, bien a través de sus respectivos servicios diplomáticos interfronterizos (en días laborables) o canales militares (los fines de semana).
La suspensión total de las comunicaciones es un fenómeno bastante inusual y esta vez tiene lugar mientras el Gobierno de Kim Jong-un realiza ejercicios militares que incluyen drones submarino con capacidad nuclear. Un precedente de este silencio tuvo lugar en 2017, cuando Corea del Norte rompió la comunicación varios días antes de lanzar un misil balístico que sobrevoló Japón. La línea directa entre ambos países quedó teóricamente restaurada cuatro años después.