Al menos 64 personas han sido detenidas este martes durante las protestas que se han celebrado por las calles de Louisville, en el estado de Kentucky, este de Estados Unidos, por la muerte a manos de la Policía de Breonna Taylor, una médico de urgencias asesinada en su propia casa en marzo de 2020.
El jefe interino del Departamento de la Policía Metropolitana de Louisville, Robert Schroeder, ha señalado en rueda de prensa que, si bien las manifestaciones se desarrollaron de manera pacífica, una serie de personas hicieron caso omiso a las demandas de los agentes y tuvieron que ser detenidos por "alteración del orden público" y por crear "situaciones de peligro en el tráfico".
Numerosas personas, informa la cadena CNN, han viajado desde Florida, Michigan y Nueva York para unirse a las manifestaciones, con las que esperan presionar a las autoridades para que se investigue lo sucedido y se depuren responsabilidades entre los agentes de la Policía que acabaron con la vida de Taylor.
Se acercan las elecciones presidenciales
El fiscal general de Kentucky, Daniel Cameron es el encargado del caso de Brenna Taylor, y ha compadecido este martes durante la Convención Nacional Republicana de Estados Unidos. El fiscal ha indicado que el color de la piel no debe dictar la política de nadie.
Asimismo, se ha dirigido directamente a vicepresidente Joe Biden: "Sr. Vicepresidente, míreme. Soy negro. No todos somos iguales, señor. No estoy encadenado. Mi mente es mía. Y no puede decirme cómo votar por el color de mi piel".
Kentucky Attorney General Daniel Cameron to Joe Biden: “Mr. Vice President, look at me. I am Black. We are not all the same, sir. I am not in chains. My mind is my own and you can’t tell me how to vote because of the color of my skin.” https://t.co/piU3MJ4oye #RNC2020 pic.twitter.com/fZonWB29Rx
— This Week (@ThisWeekABC) August 26, 2020
Otro caso más de brutalidad policial
Taylor, de 25 años, fue asesinada en su propia casa en marzo cuando tres policías vestidos de civil entraron en su domicilio, según las primera pesquisas, por error, confundiendo a su novio con otra persona, quien pensando que eran intrusos, disparó un tiro de advertencia, desencadenando un tiroteo que acabo con la vida de ella.
Tras la muerte de George Floyd el 25 de mayo a manos de un agente de la Policía de Mineápolis, la tensión racial en Estados Unidos ha vuelto a tomar protagonismo, en especial tras nuevas muertes a manos de policías en las últimas semanas, la última de ellas hace pocos días, cuando Jacob Blake recibía siete disparos por la espalda frente a sus hijos por parte de un efectivo de la Policía de Wisconsin, que ha calificado lo ocurrido como un "incidente doméstico".