Los duques de Sussex, Enrique y Meghan, han visitado a la reina Isabel II por primera vez en dos años, en una escala en Londres de camino a los Juegos Invictus, que comienzan este sábado en Países Bajos. Enrique y Meghan, que no han estado juntos en Reino Unido desde que ambos se desligaron de la Casa Real británica en enero de 2020, estuvieron el jueves en el Castillo de Windsor, según ha confirmado un portavoz de la pareja. También se reunirán con el Príncipe Carlos, según ha recogido Sky News.
El Palacio de Buckingham informó el jueves de que Isabel no acudirá al tradicional servicio religioso del Domingo de Pascua en la capilla de San Jorge, en Windsor. La reina, que celebrará su 96 cumpleaños la semana que viene, ha sufrido problemas de movilidad recientemente y ha superado la covid-19, aunque confesó sentirse "muy cansada y exhausta" desde que se contagió.
Las relaciones entre los duques de Sussex y la familia real británica son tensas desde que los primeros abandonaron Reino Unido. Enrique y Meghan concedieron una entrevista el año pasado en la que, entre otros temas, abordaron el racismo, la salud mental y el tratamiento que les han dado los medios de comunicación y otros miembros de la familia real británica.
Una de las revelaciones más impactantes de la entrevista fueron las conversaciones sobre supuestas "preocupaciones" por el color de la piel del hijo de los duques, Archie, puesto que Markle es birracial. Winfrey matizó horas más tarde que ni la reina Isabel II ni su marido, el príncipe Felipe, hablaron nunca con la pareja sobre el color de la piel del bebé.
La Casa Real británica se declaró "preocupada" por las acusaciones de racismo vertidas en la entrevista y subrayó que las aseveraciones tenían que tomarse "muy en serio", asegurando que la familia las abordaría "de forma privada". El Palacio de Buckingham afirmó, en un comunicado, haberse "entristecido" al conocer los desafíos a los que se enfrentaron los duques de Sussex durante su tiempo en Reino Unido.