Una jueza de Estados Unidos ha ordenado este viernes detener y enviar a prisión a Paul Manafort, antiguo jefe de campaña del presidente, Donald Trump, después de ser imputado por nuevos cargos mientras se encontraba en libertad bajo fianza.
La jueza federal Amy Berman Jackson ha revocado la fianza contra Manafort a raíz de los nuevos cargos por obstrucción a la justicia y conspiración para obstruir a la justicia por sus presuntas acciones para intentar manipular a dos potenciales testigos en el marco de la investigación.
Según las informaciones recogidas por la cadena de televisión estadounidense CNN, tres alguaciles han sacado a Manafort de la sala inmediatamente después del fallo para trasladarle a prisión a la espera de juicio.
El fiscal especial estadounidense Robert Mueller ha acusado a Manafort en tribunales federales de Virginia y de Washington de una serie de cargos relacionados con blanqueo de capitales y por no haberse registrado como un agente extranjero, además de fraude bancario y de impuestos. Manafort se ha declarado inocente de esos cargos.
"No han sido condenados por nada. No hay nada que perdonar", dijo Trump antes de conocerse la noticia
La semana pasada, Mueller le imputó por los citados cargos de obstrucción a la justicia después de que un agente especial del FBI asegurara que había intentado llamar y enviar mensajes de texto y mensajes encriptados a dos personas del llamado 'Grupo de Hapsburg', una empresa para la que trabajó para promocionar los intereses de Ucrania.
"Es demasiado pronto"
El FBI tiene documentos y declaraciones de esas dos personas, así como sus listas de llamadas telefónicas y documentos recopilados en la revisión de la cuenta de iCloud de Manafort que muestran que el ex director de campaña de Trump intentó comunicarse con esos dos individuos cuando quedó en libertad bajo fianza, según el agente especial Domin.
Manafort es el alto cargo más relevante de la campaña de Trump que ha sido relevado aunque los cargos no están relacionados con la campaña de las presidenciales.
El anuncio sobre las nuevas imputaciones tuvo lugar horas después de que Trump afirmara que "aún es demasiado pronto" para plantearse conceder un perdón a cualquiera de sus asociados en caso de que sean condenados.
"Ni he pensado en ello (...) Es aún demasiado pronto para pensar en ello", dijo. "No han sido condenados por nada. No hay nada que perdonar", agregó, tal y como ha informado la agencia británica de noticias Reuters.
Trump ha negado en reiteradas ocasiones que exista una conspiración de su equipo de campaña con Rusia y ha denunciado que la investigación de Mueller es una "caza de brujas".