El secretario de Defensa, Mark Esper, ha anunciado este miércoles que Estados Unidos retirará casi 12.000 militares que están permanentemente desplegados en Alemania para reubicarlos en otros países de la OTAN.
Con ello, las tropas estadounidenses desplegadas en Alemania, donde Estados Unidos cuenta con una de sus mayores bases militares en el extranjero, pasarán de 36.000 a 24.000, algo que algunos analistas han interpretado como un síntoma del deterioro de las relaciones entre Washington y Europa.
Sin embargo, Esper ha explicado en una sesión informativa en el Pentágono que la intención de la Casa Blanca es "fortalecer la OTAN" y "disuadir a Rusia" allí donde sea más necesario, en el marco de un ajuste más amplio con el que Estados Unidos pretende adecuar su potencia militar a "la nueva era de competición por el poder".
Se llevará a cabo "lo más rápido posible"
Así, ha detallado que, de estos 11.900 efectivos norteamericanos, unos 6.400 volverán a Estados Unidos, mientras que los otros 5.600 se enviarán a otros Estados miembro de la OTAN. Fuentes del Pentágono citadas por CNN han precisado que esos 5.600 militares se quedarán en Europa, aunque tampoco han especificado países.
Esper ha indicado que el movimiento de tropas se llevará a cabo "lo más rápido posible", empezando en las próximas semanas. Las fuentes consultadas por CNN han apuntado que llevará "años" ejecutarlo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ya había avisado de que reduciría las tropas norteamericanas en Alemania a un máximo de 25.000, tras sus críticas al país europeo por lo que el magnate neoyorquino considera un exiguo gasto en defensa.
"Los contribuyentes estadounidenses ya están un poco cansados de pagar tanto por la defensa de otros países", le dijo Trump al embajador en Berlín, Richard Grenell, el pasado mes de junio, según recuerda NBC.
"Esto es completamente inaceptable", dijo entonces el legislador alemán Peter Beyer, coordinador de las relaciones transatlánticas en el Gobierno de Angela Merkel, quejándose de que Washington ni siquiera había avisado a Berlín antes de hacer el anuncio.
La decisión de Trump también ha suscitado críticas en suelo estadounidense, tanto en el bando demócrata como en el republicano, por parte de quienes ven la base en Alemania como una plataforma para el despliegue rápido de tropas en Oriente Próximo, si fuera necesario, y un simbólico bastión frente a Rusia.