Internacional

Egipto, al borde de la guerra civil con 16 asesinatos en enfrentamientos en las últimas horas

La oposición pide a sus partidarios que no abandonen las calles hasta que el presidente Mohamed Mursi dimita y han prendido fuego a varias sedes de los Hermanos Musulmanes, el partido islamista de Mursi. Por su parte, el Gobierno ofrece diálogo pero sin aceptar "imposiciones".

  • Enfrentamientos en Alejandría

Al menos 16 personas han muerto y otras 781 han resultado heridas en los enfrentamientos que se produjeron este domingo en todo el país durante las protestas para reclamar la dimisión del presidente Mohamed Mursi, según informa el diario 'Egypt Independent', que cita al Ministerio de Sanidad egipcio. Entre estas víctimas mortales figurarían las siete personas fallecidas en el asalto contra la sede de los Hermanos Musulmanes en el este de El Cairo de las últimas horas, según ha informado la agencia estatal MENA, que apunta a que el balance podría ser incluso de ocho.

Según la agencia, decenas de manifestantes han irrumpido en la mañana del lunes en la sede de los Hermanos Musulmanes, organización de la que procede Mursi, en Moqattam y han procedido a saquear el edificio tras una noche de enfrentamientos. De acuerdo con el portal de noticias independiente 'Aswat Masriya', los manifestantes se han llevado sillas y libros. Los manifestantes, según MENA, entraron en el edificio después de que los miembros de la organización que trataban de defenderlo desde ayer por la tarde huyeran en un coche, abriendo fuego contra las personas congregadas. Según la agencia de noticias estatal, hay siete muertos y 45 heridos, pero una fuente de seguridad ha apuntado que los muertos son ya ocho.

Esta fuente ha indicado que un agente de Policía resultó herido de bala en el pecho y la cara y ha tenido que ser trasladado al hospital. Además, los manifestantes han retenido a un trabajador de los Hermanos Musulmanes dentro del edificio, golpeándole antes de entregarle a la comisaría de Moqattam, según MENA. Este domingo, los manifestantes contrarios a Mursi lanzaron piedras y cócteles molotov contra las dependencias de los Hermanos Musulmanes, mientras miembros de la organización trataban de repeler el ataque realizando disparos.

El Gobierno, firme

En una rueda de prensa, el portavoz de la Presidencia egipcia insistió en que Mursi no acepta "imposiciones", pero que no infravalora las demandas de los manifestantes. "El presidente nunca ha pensado que las demandas del pueblo estén equivocadas, las escucha y las atiende todas", aseveró el portavoz, antes de explicar que el mandatario se reunió con ministros del gabinete para analizar las protestas.

Mientras, miles de personas continúan manifestándose de forma pacífica en la plaza Tahrir y en las cercanías del palacio presidencial de Itihadiya, en El Cairo. La oposición ya había anunciado que no abandonará las calles hasta que Mursi dimita, algo que, según el portavoz, éste no se plantea hacer.

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