El Ejército de Israel aprobó este martes un plan de ataque contra el Líbano, coincidiendo con la escalada en la frontera norte con el partido-milicia chií libanés Hezbolá, en el marco de los enfrentamientos a raíz de los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra territorio israelí. El comandante del Mando Norte, el general Ori Gordin, y el jefe de la División de Operaciones, el general Oded Basyuk, mantuvieron una evaluación conjunta de la situación y, como parte de este, aprobaron y validaron "planes operativos para una ofensiva en el Líbano", tomando "decisiones sobre la continuación del aumento de la preparación de las tropas en el terreno", según expresó en un comunicado recogido por EP.
Durante la pasada jornada, Hezbolá publicó una serie de imágenes grabadas con drones en las que se observan supuestas instalaciones militares israelíes, así como el Puerto de Haifa, ubicado en el norte de Israel, a menos de 30 kilómetros de la frontera con el Líbano. En las imágenes se aprecia el Puerto de Haifa, incluida una base naval israelí, así como varios buques de guerra e infraestructura de las fuerzas especiales de la Armada. Por otro lado, el vídeo muestra lo que Hezbolá identificó como instalaciones estratégicas militares, zonas de la localidad de Kiryat Yam, o instalaciones de los sistemas de defensa aérea de la Cúpula de Hierro y la Honda de David. La milicia confirmó así tener identificados algunos objetivos en caso de una escala bélica.
Tras la publicación de las imágenes, que no solamente implican que Hezbolá haya sobrevolado un dron sobre territorio israelí, sino que logró pasar desapercibido y regresar sin problema al Líbano, el Gobierno de Israel ha advertido de que "se acerca el momento" en que las autoridades del país tengan que decidir si "cambiar las reglas" de los enfrentamientos con Hezbolá, tras criticar que este último "se jacta de haber grabado los puertos en los que operan compañías internacionales de China e India".
"En una guerra total, Hezbolá será destruido y el Líbano será severamente golpeado. Israel pagará el precio en el frente y en la retaguardia, pero con una nación fuerte y unida, y con toda la fuerza de las FDI, restableceremos la seguridad para los residentes del norte", manifestó el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, a través de sus redes sociales.
Aumento de las tensiones
El Ejército israelí y Hezbolá -respaldado por Irán y que cuenta con un importante peso político en el Líbano- mantienen una serie de enfrentamientos desde el 8 de octubre, un día después de los ataques perpetrados por Hamás y otras facciones palestinas. Desde entonces, las autoridades gazatíes, controladas por el grupo islamista, han notificado la muerte de más de 37.300 palestinos.
Las tensiones han ido al alza durante las últimas semanas y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió recientemente de que el Ejército israelí "está preparado para una acción muy poderosa" en la frontera con el Líbano. En respuesta, el número dos de Hezbolá, Naim Qassem, advirtió la semana pasada de que una expansión del conflicto derivaría en "devastación y destrucción" en Israel.