Internacional

Los hitos de 2022: el error de cálculo de Putin, China y el declive de las democracias

Estancada en los frentes de combate y en la mesa de negociaciones, la guerra de Ucrania no parece tener un final cercano. Una nueva ola de covid en China pone en duda el fin de la emergencia en un mundo marcado por las grandes migraciones y el declive de las democracias

"Guerra en Europa" es el titular de 2022. Con el absurdo pretexto de la "desnazificación" de Ucrania, Vladímir Putin lanzaba el 24 de febrero una invasión que la resistencia ucraniana ha convertido en un conflicto de desgaste. Estancada diez meses después en los frentes de combate y en la mesa de negociaciones, el fin de la guerra que ha marcado la actualidad del año no parece cercano. Las ondas sísmicas del mayor conflicto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial se extendieron a China, que cierra 2022 bajo la amenaza de una devastadora nueva ola de covid. El 'Qatargate' ha asestado otra puñalada al proyecto comunitario y las democracias han retrocedido en un mundo moldeado (otro año más) por las grandes migraciones. Mientras, América Latina entra en 2023 entre virajes y crisis a nivel político y una polarización cada vez más profunda, enfrentándose a la inflación y a la depreciación de las monedas locales.

Ucrania y el error de cálculo de Putin

La historia de esta guerra y sus acontecimientos clave (la masacre de Bucha, el asedio de Mariúpol bajo constantes bombardeos, la movilización parcial ordenada por el Kremlin, la reconquista ucraniana de Jersón...) puede narrarse a través de los errores de Putin. El presidente ruso no solo subestimó la resistencia ucraniana -lo que dio al traste con la 'operación relámpago' con la que pretendía tomar Kiev en unos días-; tampoco calculó la contundencia de Occidente en su respuesta -la llegada de armamento moderno para las fuerzas ucranianas ha expuesto las carencias de las tropas rusas- y sobrestimó el apoyo de China. No predijo que la invasión fortalecería a la OTAN -Finlandia y Suecia se encuentran 'de facto' bajo su paraguas- o que la guerra extendería el descontento entre los rusos -al menos 260.000 hombres en edad militar abandonaron el país tras decretarse la movilización parcial-.

La invasión, diseñada como una operación relámpago para tomar Kiev y derrocar a Zelenski, cumplió el 20 de diciembre 300 días convertida en una cruel guerra de desgaste y sin un final -negociado o militar- a la vista. El fracaso obligó a Rusia a un cambió de táctica radical: a partir de octubre lanzó bombardeos masivos contra la población civil y la infraestructura energética de Ucrania para privar de luz, calefacción y agua a millones de personas. En el argot militar se conoce como “doctrina Grozni” y consiste en doblegar al enemigo mediante la devastación y el terror. No obstante, las tropas ucranianas han conseguido recuperar parte del territorio ocupado por los invasores y el único logro importante del Ejército ruso en diez meses de combates ha sido la creación de un corredor terrestre hacia la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, a través de autoproclamada República Popular de Donetsk. Dicho corredor, clave desde un punto de visto estratégico, puede convertirse en el objetivo de una nueva contraofensiva ucraniana tras los avances cosechados en Járkov (noreste del país) y la recuperación de Jersón (en el sur).

Mientras Putin sigue negándose a negociar con Zelenski como un igual -un indicador de que el Kremlin no está interesado en establecer negociaciones formales- Rusia ya ha perdido más de 100.000 soldados en la guerra (cifra que no puede ser contrastada por una fuente independiente). Zelenski cierra el año con su comparecencia ante el Congreso de EEUU y la promesa de que recibirá sistemas de defensa antiaéreo Patriot; Putin, con una conferencia de prensa sobre la "intervención" de Washington y Occidente en Ucrania desde tiempos de la Unión Soviética. En ella reafirmó su objetivo maximalista de “proteger” al pueblo ucraniano de su Gobierno de "fascistas" (los partidos de extrema derecha ucranianos obtuvieron un 2% del voto en las elecciones de 2019). Esto implica que el Kremlin tiene la intención de obligar al Gobierno de Kiev a capitular.

Soldados ucranianos preparan un tanque para el combate en el frente de Bakhmut / DPA.

China: tambores de guerra y nueva ola de covid

La gran pregunta de 2022 -¿cómo acabará la guerra en Ucrania?- dio lugar a otra gran incógnita: ¿Se está preparando China para invadir Taiwán en la próxima década? Las ondas sísmicas de la invasión rusa han disparado los temores a un conflicto en Taiwán. Principalmente por los informes de la Inteligencia de EEUU sobre los preparativos chinos para atacar el pequeño estado insular antes de 2030, por la creciente ventaja militar del gigante sobre las fuerzas estadounidenses en la zona y las declaraciones de Pekín para subrayar el imperativo de la unificación, una demanda recurrente desde la fundación de la República Popular China en 1949.

La visita a la isla de la presidenta del Congreso de EEUU, Nancy Pelosi, la primera de este tipo desde 1997, desató en agosto un gran despliegue militar chino en el Estrecho de Taiwán y maniobras sin precedentes en la zona. Washington -principal proveedor de armas de Taiwán y que mantiene una posición ambigua sobre si intervendría en caso de ataque- ha respondido aumentando las capacidades de defensa de la isla y con un pacto con Australia y Reino Unido que incluye el desarrollo de submarinos nucleares para Canberra.

No obstante, el momento trascendental para el gigante asiático en 2022 llegó en noviembre, cuando estallaron protestas masivas contra las restricciones y la política de cero Covid impuesta por Pekín, las mayores desde la masacre de la Plaza de Tiananmen (1989). El Gobierno chino reaccionó primero reprimiendo las protestas y después eliminando la mayoría de dichas restricciones, multiplicando el riesgo de una rápida propagación del virus. Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el aumento de contagios pone en duda el fin de la emergencia global, expertos como el epidemiólogo Eric Feigl-Ding advierten que "el 60% de China y el 10% de la población de la Tierra probablemente se infectarán en los próximo 90 días". Más allá de la pandemia y las protestas, la reducción del ritmo de crecimiento de la segunda economía del mundo y las dudas sobre cómo evolucionará su política exterior hacia Taiwán serán claves en 2023.

Ciudadanos chinos ante un hospital en Shanghái / EFE.

Reino Unido: el invierno del descontento

Los británicos ponen fin a 2022 con el país paralizado por una ola de huelgas bautizada como "el invierno del descontento" en la que numerosos sectores exigen subidas salariales por el alza del coste de vida. Las huelgas agudizan la crisis política sufrida en el año que dio a luz al Gobierno más breve de la historia del Reino Unido, el de Lizz Truss, víctima de un caos que acabó con la 'premier' en mes y medio. Tres primeros ministros han pasado por Downing Street y ninguno ha podido esclarecer un futuro económico que se presenta sombrío para Londres. El Banco de Inglaterra alertaba recientemente de la llegada de una larga recesión técnica mientras la OCDE predecía que la economía británica será la peor del G-20 en los próximos dos años, con la excepción de Rusia.

La frase "crisis sin precedentes" se ha convertido en un cliché en los análisis políticos pero lo vivido por Reino Unido en octubre -y en las 24 horas que precedieron a la renuncia de Truss- no tenía antecedentes. La evolución del Partido Conservador desde la mayoría absoluta en 2019 hasta la renuncia de Truss supone un golpe mortal a la reputación de los 'tories'. Desde su primer día en el cargo, la 'expremier' se enfrentó desafíos enormes como la amenaza de la independencia de Escocia, la crisis energética y una inflación disparada. Su Gobierno optó por un controvertido plan económico que incluía eliminar la tasa del 45% del impuesto sobre la renta para quienes ganan más de 150.000 libras al año. Además, Truss anunció la también polémica eliminación del tope de los bonus de los banqueros, que a veces pueden superar el millón de dólares.

El paquete fiscal provocó días de turbulencias en los mercados financieros y hundió la libra a mínimos históricos. Poco después, Truss defenestró a su ministro de Finanzas y anuló la mayoría de las medidas que había anunciado. Su sucesor, Rishi Sunak, ha anunciado subidas fiscales y recortes de gasto para reducir la deuda y recomponer las finanzas, aunque el coste político de sus planes es innegable: las encuestas ponen en duda que pueda mantener el poder más allá de las próximas elecciones, en 2024.

Irán: la revuelta (feminista) contra el régimen

En busca de reformas internas y para mostrar su rechazo a un régimen que ha dilapidado los beneficios del acuerdo nuclear de 2015 en aventuras exteriores (Siria, Irak...), decenas de miles de iraníes han tomado las calles desde la muerte en una comisaria de Teherán de Masha Amini, una joven kurda de 22 años que fue detenida por la "policía de la moral" por no llevar "correctamente" el velo. La brutal represión de los basiyis (una milicia paramilitar creada por el imán Jomeini durante la guerra contra Irak que depende de los Guardianes de la Revolución) consiguió el efecto contrario y evidenció la brecha cada vez mayor entre el Estado y la sociedad iraní, abierta, hospitalaria y que anhela darse a conocer al mundo.

Comparadas con las movilizaciones del pasado, estas protestas han logrado unir a diferentes clases sociales en un país donde la clase trabajadora se ha manifestado tradicionalmente en demanda de mejores condiciones de vida y las clases medias para conseguir más libertades. El dato de que Amini fuese detenida en Teherán es significativo porque en la capital iraní la "policía de la moral" -que este año ha incrementado el acoso a las mujeres por su vestimenta y los arrestos- suele ser menos estricta que en otras zonas del país.

Además de la muerte de Amini, las manifestaciones son también consecuencia de un creciente malestar por la violencia sistémica y la corrupción, así como por el encarecimiento de productos básicos, el bajo nivel de vida (pese a la riqueza petrolera del país), el desempleo o la falta de oportunidades para los jóvenes. La gestión económica de los ayatolás ha sido nefasta. La inflación y la falta de expectativas para una población creciente han sido la norma en los últimos 30 años. Hace tres semanas, Teherán reconoció 300 muertos en las protestas, aunque organizaciones como Iran Human Rights hablan de más de 400, víctimas de la represión. El régimen también anunció que desmantelará la policía de la moral, una concesión que no servirá para apaciguar las protestas. Cuando el año toca a su fin, las redes sociales de iraníes informan de que las fuerzas de seguridad han comenzado a matar y arrestar en masa a ciudadanos en Izeh desde el 21 de diciembre, según recoge un informe del Institute for the Study of War.

Protestas en Irán por la muerte de Mahsa Amini
Protestas en Irán tras la muerte de Mahsa Amini / EFEEFE

La democracia retrocede en el mundo

El autoritarismo avanza en el planeta como modelo de gobierno eficiente. El número de países que están más cerca de ser regímenes autoritarios es más del doble de los que serían sistemas democráticos, según un informe del Instituto Internacional para la Democracia (IDEA). Su análisis, que evalúa a 173 países, muestra que la mitad de los estados sufren erosión democrática, con retrocesos importantes en las libertades civiles, los controles gubernamentales y las elecciones limpias. Brasil, El Salvador, Hungría y Polonia retroceden de forma severa, mientras que India y Estados Unidos lo hacen de forma más moderada, aunque EEUU está al borde de una "quiebra democrática" por el esfuerzo de los republicanos para desacreditar los resultados electorales o el retroceso de los derechos sexuales y reproductivos.

Mientras la erosión de los sistemas democráticos en Occidente y su ineficacia para hacer frente a las demandas sociales allanan el camino a líderes como el presidente chino, Xi Jinping, en 2022 el autoritarismo se solidificó en la región de Asia y el Pacífico, donde solo el 54% de la población vive en una democracia. El aumento de las tensiones en Taiwán y la supresión de la democracia en Hong Kong sitúan a China como uno de los principales desafíos para la democracia global. Y a la Federación Rusa la invasión de Ucrania le ha costado pasar en 2022 de ser considerado un régimen híbrido a uno autoritario. En cuanto a movilizaciones y revueltas, el número de protestas se ha doblado en las calles de todo el mundo entre 2017 y 2022.

El asesinato de Abu Akleh: los palestinos, la rabia y el olvido

El asesinato de la periodista palestina Shireen Abu Akleh a manos de las fuerzas de seguridad israelíes -según concluyó la ONU- ha marcado el año más mortífero para los palestinos desde 2005, en el final de la Segunda Intifada (más de 150 muertos en Cisjordania, entre ellos 33 niños). Decenas de israelíes han muerto en ataques terroristas. Cada vez más olvidado en la escena internacional y mientras Israel estrecha lazos con los países árabes (Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Bahréin, Marruecos...), el pueblo palestino, harto de la incapacidad y la corrupción de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), ha dejado de creer en la solución de dos Estados. El apoyo a esta opción de paz se desploma hasta el 32%, según una encuesta del Centro Palestino de Investigación de Políticas y Encuestas (PCPSR) publicada en diciembre. Hace diez años el porcentaje estaba por encima del 50%. La tendencia es similar en Israel, aunque el apoyo a los solución de dos Estados siempre ha sido mayor allí que en Cisjordania y Gaza.

Otro dato revela la desesperación de los palestinos, golpeados por la pobreza, el desempleo, la corrupción de sus líderes o la restricción de movimientos: el 72% apoya la creación de nuevos grupos armados que no sigan las órdenes de la ANP (en Gaza, el 84%). Ya lo dijo hace años el teniente general Herzl Halevi, antiguo jefe de la Inteligencia Militar israelí y actualmente segundo del Estado Mayor: la frustración de los jóvenes palestinos es un elemento clave en los ataques terroristas en Jerusalén y Cisjordania.

Las IDF (Fuerzas de Defensa de Israel) han aumentado de forma significativa sus operaciones en Cisjordania en respuesta a una ola de atentados terroristas palestinos a principios de año, en la que murieron 27 civiles israelíes. Todo ello en medio del surgimiento de Lions' Den, una nueva milicia creada en Nablus (Cisjordania) que ha ganado notoriedad por ataques contra soldados israelíes, 'checkpoints' y asentamientos. Sus miembros son jóvenes de poco más de 20 años vinculados individualmente a Fatah, Hamás, Yihad Islámica o el Frente Popular para la Liberación de Palestina, aunque sus líderes aseguran que no pertenecen ni reciben órdenes de ningún grupo. Tanto para Israel como para la ANP -que arrestó en octubre a uno de los principales miembros del grupo, Musab Shtayyeh- Lions' Den puede convertirse en un problema cuyas consecuencias amenazan con cambiar por completo la dinámica política en la Cisjordania ocupada.

Las grandes migraciones

2022 llega a su fin con una nueva crisis migratoria en la frontera sur de EEUU o tras haber marcado un récord en las llegadas a Reino Unido a través del Canal de la Mancha. No obstante, la ruta migratoria del Atlántico occidental hacia las islas Canarias es la más letal, con una víctima por cada 30 migrantes que consiguen desembarcar. Al menos 1.800 personas murieron en su intento de llegar a Europa atravesando el Mediterráneo, según un informe de la Fundación "Migrantes" de la Conferencia Episcopal italiana (CEI). Un año más, lo peor lo pagan quienes intentan cruzar el Mediterráneo central, en la ruta que conduce a Italia y Malta, donde se han contabilizado 1.295 muertos y desaparecidos. Un 57% más de fallecidos que en 2021.

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