El diputado del partido gobernante en Mauritania, el Insaf, de centro derecha, en el poder el país, Mohamed Abdalahi Elghailani, instó este fin de semana en declaraciones a Vozpópuli que las autoridades canarias y las de su país creen un grupo de interés en Bruselas para que la Comisión Europea prioricen soluciones al problema migratorio con "soluciones reales" porque "en los próximos años la seguridad de España va a depender en buena medida de la protección del eje Mauritania-Canarias", dijo. Mientras Mauritania intenta taponar la llegada de migrantes vía Sahel a las islas Canarias este viernes la marina senegalesa interceptó embarcaciones que transportaban 400 subsaharianos frente a la costa de la ciudad de Joal, a unos 100 kilómetros al sur de Dakar. La Comisión Europea tiene previsto revisar en 2026 el mandato de la agencia de fronteras de la Unión Europea, Frontex, otorgándole nuevas competencias. Entre las medidas planteadas, se incluye la capacidad de organizar operaciones de retorno directamente con terceros países y el fortalecimiento de su papel en la prevención de la migración ilegal. Además, Bruselas ha confirmado que la segunda fase de su estrategia de retorno, enfocada en digitalizar la gestión de los casos, se presentará durante el segundo semestre de este año.
Mauritania, con una extensión territorial que abarca 1,03 millones de kilómetros cuadrados y una población calculada en 4,9 millones de personas según el censo general de 2023, es el lugar de procedencia de los cayucos que llegan a Canarias cargados de migrantes irregulares que van a Canarias para ubicarse en la UE. Un lucrativo negocio de las mafias que en 2024 generó la presencia en las islas de más de 40.000 migrantes. Mauritania ha comenzado a expulsar a migrantes irregulares que quieren ir a Canarias y la Asociación Maliense de Deportados (AME) en Bamako ha denunciado con las "redadas y devoluciones" de ciudadanos de África occiedental y ha criticado el trato "innoble e inhumano" que las autoridades mauritanas dan a los migrantes, expresando su "hartazgo" e "indignación". El ministro mauritano de Asuntos Exteriores, Mohamed Salem Ould Merzoug, ha afirmado que su país no es un "guardia de fronteras de Europa" y no será un guardia de fronteras de ningún país, expresando su rechazo a esta caracterización.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU ha advertido que los refugiados en el campamento de M'Berra, al este de Mauritania, enfrentan una grave amenaza de hambre debido a la escasez de fondos. Según el informe del organismo de la ONU, la falta de recursos ya ha obligado a suspender la ayuda alimentaria a cerca de dos millones de personas, incluidos refugiados malienses en territorio mauritano. El PMA estima que se requieren 620 millones de dólares de forma inmediata para evitar que esta crisis alcance niveles insostenibles.
Elghailani dijo que "la inseguridad causada por los flujos migratorios, con sus consecuencias en criminalidad y falta de seguridad debe ser respondida por la UE a través de España "como líder en sectores clave como infraestructuras de transporte y energía, pesca y agricultura" desde "el respeto y beneficio mutuo". Insaf es el partido del presidente Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani y es la mayor fuerza parlamentaria del país. Mohamed Abdalahi Elghailani ha visitado Canarias para establecer contactos formales con el Parlamento de Canarias y autoridades de las islas por la llegada de irregulares a las islas en embarcaciones y, mayormente, ocupadas por malienses, senegaleses, gambianos y guineanos.
Abdalahi Elghailani dijo a Vozpópuli que "Mauritania y España forman parte del mismo espacio geopolítico por la presencia de Canarias, y este espacio enfrenta desafíos comunes que requieren respuestas conjuntas con valentía, previsión y ambición". Alertó que la seguridad, estabilidad, cohesión social "y prosperidad" de Mauritania y España deben ser "objetivos comunes de ambos países" y que "la voluntad de establecer una asociación más estrecha con Mauritania responde a valores profundamente arraigados en las sociedades española, que se reflejan en la solidaridad ante las crisis humanitarias y en los crecientes vínculos entre nuestras sociedades civiles, nuestras instituciones y nuestros actores económicos. Sin embargo, es necesario adoptar una estrategia priorizando "el fortalecimiento de la seguridad" de Mauritania a través "de una cooperación triangular" entre los gobiernos, los parlamentos y las empresas.
Antes de finalizar 2025, Bruselas y Frontex evaluarán las posibilidades para reforzar el "componente de retorno" del Cuerpo Permanente de la agencia. Esto implicaría ampliar las competencias de los funcionarios permanentes de Frontex, con el fin de optimizar las operaciones relacionadas con las expulsiones. En línea con esta estrategia, Bruselas anunció en 2024 un ambicioso plan para triplicar el número de efectivos del Cuerpo Permanente, superando el objetivo inicial de 10.000 funcionarios establecido en el Reglamento Frontex de 2019, y fijado como meta para 2027.
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