Las autoridades de Irlanda han decretado este miércoles un nuevo confinamiento que durará hasta el 31 de enero en un renovado intento por hacer frente al fuerte aumento de los casos de coronavirus.
"Los números seguirán subiendo en los próximos días", ha lamentado el primer ministro, Michael Martin, que ha especificado que el país estará ahora bajo la fase 5 de restricciones -la más severa-, según informaciones del diario 'The Irish Times'.
Desde ahora, todas las visitas y reuniones públicas estarán prohibidas, así como los eventos deportivos o de entretenimiento. Los bares y restaurantes tendrán que cerrar su puertas y únicamente se permitirá el envío a domicilio de la comida. Los irlandeses solo podrán desplazarse en un radio de unos 5 kilómetros desde sus viviendas y únicamente para ir al trabajo o realizar labores esenciales.
Colegios cerrados
Asimismo, los colegios cerrarán sus puertas hasta el 11 de enero y los comercios no esenciales tendrán que cerrar a partir de este jueves. El mandatario ha alertado también de que muchas de estas medidas podrían extenderse más allá del 31 de enero.
No obstante, el primer ministro se ha mostrado optimista y ha señalado que "por primera vez desde que comenzó la pandemia se puede ver el final". Martin ha prometido así que millones de personas serán vacunadas antes de que finalice enero.
Irlanda, un país con tan solo 5 millones de habitantes, ha registrado 1.545 casos de COVID-19 en 24 horas.