Jóvenes protestantes y católicos protagonizaron este lunes, por quinta noche consecutiva, enfrentamientos con la Policía norirlandesa (PSNI) en el este de Belfast, donde los unionistas volvieron a manifestarse por la retirada de la bandera británica del ayuntamiento de la ciudad. Según la PSNI, varias de decenas de individuos tomaron las calles de esta zona de la capital de Irlanda del Norte y atacaron con piedras y cócteles molotov a las fuerzas del orden, que trataban de separar a ambas facciones, y se vieron obligadas a usar cañones de agua para repeler las agresiones.
Los altercados se produjeron después de que en torno a un millar de unionistas (partidarios de la permanencia de Irlanda del Norte en el Reino Unido) se concentraran ante el ayuntamiento de Belfast para protestar pacíficamente por la retirada de la 'Union Jack'.
La violencia callejera en Belfast comenzó después de que el consistorio aprobase el pasado 3 de diciembre una moción del partido multiconfesional Alianza, que agrupa a católicos y protestantes, para permitir que la bandera británica ondee solo durante 17 días al año, tal y como sucede en otros edificios gubernamentales, en vez de los 365 días del año como ocurría antes. La próxima ocasión en la que ondeará la "Unión Jack" será este miércoles, cuando el Reino Unido celebra el cumpleaños de la duquesa de Cambridge, Catalina, la esposa del príncipe Guillermo.
Desde el pasado mes, casi cada noche se han organizado actos de protesta en la capital y otros puntos de la provincia, la mayoría pacíficos, aunque los brotes de violencia, como los de las cinco últimas noches, han arrojado un balance de 62 policías heridos y 96 detenciones.
El superintendente de la PSNI, Matt Baggott, aseguró que los disturbios ocurridos durante las últimas noches en el este de Belfast están siendo "orquestados" por miembros de grupos paramilitares protestantes. El dirigente policial informó de que "altos" mandos de la Fuerza de Voluntarios del Ulster (UVF) en el este de la capital norirlandesa actúan "a título personal" y "motivados por el egoísmo" para organizar actos "violentos".
Aunque esta organización "lealista" anunció en 2007 el abandono definitivo de la lucha armada y certificó después la entrega de sus arsenales, algunos de sus miembros han continuado desde entonces implicados en actividades delictivas y disturbios.