Israel registró hoy un nuevo récord de contagios diarios desde el inicio de la pandemia, con más de 16.000 infecciones nuevas, mientras prevé un aumento exponencial de casos en las próximas semanas por la propagación de la variante ómicron.
El porcentaje de positivos de ayer alcanzó casi un 8 % entre más de 206.000 pruebas realizadas, y más de 72.000 personas -en un país con una población de 9,4 millones- están actualmente contagiadas, según datos difundidos hoy por el Ministerio de Sanidad.
Por otro lado, los casos graves siguen siendo relativamente pocos, y solo 134 pacientes están ingresados en condición crítica.
Sin embargo, las autoridades se preparan para afrontar un rápido incremento de los contagios debido a la ómicron: el primer ministro, Naftali Benet, alertó este pasado domingo que Israel podría alcanzar unos 20.000 casos diarios a finales de semana, e incluso 50.000 en el punto álgido de esta quinta ola, lo que también podría aumentar la presión hospitalaria.
A su vez, el Gobierno pone en marcha nuevas medidas para mantener la economía abierta y la rutina diaria con nuevos protocolos para hacer frente a la vez al progresivo crecimiento de la morbilidad.
El Ministerio de Educación realizará pruebas rápidas de COVID-19 al comienzo del día en las escuelas para garantizar clases presenciales y evitar volver a las lecciones a distancia.
Asimismo, las autoridades establecieron una nueva política para las pruebas de coronavirus que se iniciará mañana: solo las personas mayores de 60 años o en situación de riesgo harán test PCR si estuvieron en contacto con infectados, mientras que todos los vacunados de menos de esta edad se someterán a pruebas de antígenos.
A su vez, Israel espera que las tasas de contagio bajen a medida que avanza en la campaña de vacunación de la cuarta dosis para personal médico y adultos mayores de 60 años.
El proceso arrancó este pasado lunes, y desde entonces ya se administró este nuevo refuerzo de la vacuna de Pfizer a más de 72.000 personas, según datos de Sanidad.
Además de la vacunación para evitar enfermedades graves, el país apuesta por los tratamientos y ya administra en pacientes la pastilla de Pfizer, Paxlovid. Recientemente también aprobó el uso de la píldora Merck, a la espera de recibir el primer cargamento.