La autoría del ataque al hospital al-Ahli, con un balance de medio millar de muertos, según los datos del Gobierno islamista de la Franja de Gaza, supone una inflexión en las hostilidades entre Hamás e Israel y otra vuelta de tuerca en la batalla de la información, que en ocasiones transita los meandros de la propaganda y hasta de la intoxicación deliberada. De entrada, resultaría casi una estupidez que Israel, que viene demorando la operación terrestre en el norte de la Franja de Gaza para eliminar sobre el terreno a la organización terrorista palestina, decidiera bombardear un centro hospitalario que ha masacrado a cientos de civiles solo unas horas antes de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, haya puesto un pie en Tel Aviv con el objetivo de apuntalar la labor de su secretario de Estado, Antony Blinken, para tratar de contener la extensión del conflicto a toda la región.

De hecho, algunos analistas interpretan el ataque al hospital como una acción que, atribuida a los terroristas palestinos como acto voluntario o error, buscaría en última instancia boicotear el éxito de las gestiones diplomáticas de EE.UU. Por el momento, la alianza árabe que tenía previsto reunirse con Biden en Jordania ha suspendido un encuentro que se prefiguraba crucial para el curso de la guerra.

Al cúmulo de tesis que tratan de endosar la responsabilidad del ataque a uno u otro bando, se suma la exposición oficial del Ejército israelí que, por medio de su portavoz, ha ofrecido datos presentados como incontrovertibles para proclamar sin género de duda que la Yihad Islámica perpetró el ataque y que Hamás ha iniciado una campaña de ocultación de este hecho con el intento incluido de atribuírselo a los judíos. Estos son los argumentos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para considerar la tragedia del hospital al-Ahli obra de los terroristas palestinos:

-La masacre la causó un proyectil disparado por la Yihad islámica. Esta aseveración la sustentan las FDI sobre imágenes del aparcamiento del hospital y de varios cráteres de ofensivas israelíes previas. "No hay signos visibles de cráteres o daños significativos en los edificios" propios de un ataque aéreo, sino que los efectos causados encajan con los propios del impacto de un proyectil.

-Israel aporta también un audio que recoge supuestamente "una conversación entre operativos de Hamás" sobre el suceso en el que abordan el incidente y afirman que el proyectil defectuoso fue lanzado por Yihad Islámica "desde un cementerio situado detrás del hospital".

-La teoría del cohete defectuoso disparado por la Yihad Islámica la sostiene Israel sobre la base de varias imágenes que acreditarían la inexistencia de daños estructurales en los edificios circundantes, que sí se habrían registrado como consecuencia de un ataque aéreo.

Coincidencia horaria

-El Ejército israelí mantiene asimismo que Hamás, tras haber comprobado la autoría del lanzamiento del cohete por parte de la Yihad Islámica, ha urdido una campaña de desinformación "para ocultar lo que pasó" e incluso ha optado por "inflar el número de víctimas" producido por el ataque.

-Según las FDI, el incendio generado en el aparcamiento lo habría causado la gran cantidad de combustible que aún portaba el proyectil en el momento de su impacto.

-El análisis de las fotografías aéreas confirmaría, según esta versiión, que no hubo daños directos en el hospital, sino solo en el aparcamiento anejo, lo que resultaría incompatible con un ataque aéreo convencional por parte de fuerzas israelíes.

-Además, Israel aporta detalles sobre la coincidencia horaria de la explosión en el hospital con una batería de diez proyectiles que fueron lanzados por terroristas (la Yihad Islámica) desde el mencionado cementerio en la zona, un hecho detectado por los radares del Ejército hebreo.

La 'coartada' de Hamás

-Las FDI asimismo esgrimen como prueba de que Hamás miente "la imposibilidad" de que los terroristas palestinos supieran, y difundieran, tan rápidamente lo que había pasado en el hospital.

-El Ejército israelí abunda también en los "errores" precedentes de los ataques palestinos: "Es frecuente que cohetes disparados contra Israel caigan dentro de Gaza" y "causen víctimas". En este sentido, las FDI dicen haber "contado unos 450 cohetes que han sufrido errores de lanzamiento y han caído en Gaza, con los civiles palestinos pagando el precio".

La potencia del cohete

Las autoridades de Gaza y la Autoridad Palestina, ambas bajo el control de Hamás, señalan, para rebatir estos argumentos, que dudosamente el grupo terrorista que precipitó la guerra el pasado 7 de octubre con su ataque masivo sobre Israel cuente con un proyectil con una capacidad de destrucción tal como para causar la masacre del al-Ahli. Tampoco la Yihad Islámica dispondría de un arsenal tan mortífero. Solo Hezbolá estaría en disposición de emplear esa potencia de fuego, y el concurso de este grupo en el ataque parece descartado.

Del modo que sea, las datos en que se sostienen una y otra versión no han sido verificados de manera neutral y siguen, por tanto, instalados en la guerra de información que tiene hoy la masacre del hospital al-Ahli como principal munición entre las partes.

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