El Ejército de Israel ha afirmado que sus fuerzas han matado a "más de 50 terroristas" en el marco de su nueva incursión en el Hospital Al Shifa, situado en la ciudad de Gaza. En la operación, además, han detenido a cerca de 300 sospechosos.
Aunque las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habían informado en un principio de la detención de unos 180 supuestos terroristas, si bien más tarde han emitido un comunicado en el que han actualizado este balance y han elevado hasta los 300 la cifra de arrestados.
El Ejército ha recalcado que "los militares han eliminado a terroristas en enfrentamientos cara a cara y han localizado armas en el área, al tiempo que han impedido daños a los civiles, pacientes, equipos médicos y equipamiento médico", en medio de las denuncias sobre esta nueva operación militar en el hospital, el más grande de Gaza.
Según ha informado el teniente coronel al cargo de la Brigada 932, presente en el hospital de Al Shifa, durante las operaciones en el complejo sanitario se ha "identificado a terroristas que se esconden dentro de esta zona". "Pudimos eliminar a varios terroristas y encontrar una gran cantidad de municiones en el área", ha añadido.
El Ejército israelí ha recalcado que actualmente la operación en Al Shifa sigue adelante y que no se dará por terminada hasta que se logre "eliminar a todos los terroristas en la zona". "Continuaremos la operación hasta terminarla bien", han zanjado.
Desde Gaza, Hamás denuncia una "sangrienta masacre" en el hospital
Por su parte, la oficina de prensa de las autoridades de Gaza, controladas por Hamás, ha denunciado "una sangrienta masacre" en el hospital, incluida la "ejecución de 50 ciudadanos" y el arresto de "cerca de 200 más" en las instalaciones y sus alrededores.
"El Ejército de ocupación israelí ha admitido haber cometido una sangrienta masacre al ejecutar a más de 50 civiles palestinos y arrestar a cerca de 200 en el Hospital Al Shifa y sus alrededores", ha dicho, antes de denunciar que "se trata de un claro crimen de guerra y una flagrante violación del Derecho Internacional".
"Hemos recibido información sobre la ejecución de varios niños, enfermos y desplazados", ha manifestado en un comunicado en su cuenta en Telegram, en el que ha indicado que el Ejército ha atacado con artillería y misiles el complejo, causando daños materiales en parte de las instalaciones.
Así, ha condenado "en los términos más firmes" los actos del Ejército de Israel durante su incursión y ha reseñado que tanto Israel como Estados Unidos y la comunidad internacional "son totalmente responsables de esta horrible masacre".
"Pedimos a todas las organizaciones internacionales y a los países del mundo libre que intervengan inmediatamente y de forma urgente para detener la guerra genocida y la agresión contra la Franja de Gaza, que tiene entre sus principales objetivos a civiles, niños y mujeres", ha recalcado.
Por último, ha solicitado a las instituciones sanitarias internacionales que "condenen los crímenes cometidos por la ocupación contra hospitales e instituciones médicas, que buscan eliminar totalmente el sector sanitario" en la Franja de Gaza.
El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, anunció el lunes el inicio de una "operación precisa" en el hospital alegando que las autoridades tienen información de Inteligencia que indica el "uso" del edificio por parte de destacados "terroristas" del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), al tiempo que incidió en que "la guerra es contra Hamás, no contra el pueblo de Gaza".
Por contra, las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el grupo islamista palestino, denunciaron que el Ejército de Israel está cometiendo "flagrantes crímenes de guerra" en su incursión militar, mientras que Hamás afirmó que los militares "atacan directamente los edificios del hospital, sin preocuparse por los pacientes, los trabajadores médicos y los desplazados que se encuentran dentro".
Por su parte, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, se ha mostró "terriblemente preocupado" por la situación en el Hospital Al Shifa, donde "sólo recientemente se restauraron unos servicios sanitarios mínimos", y recalcó que "los hospitales nunca deben ser campos de batalla".