El Ejecutivo de coalición de Italia, que preside el socialdemócrata Enrico Letta, ha recibido este miércoles el "sí" parlamentario definitivo para continuar su labor, al superar también en la Cámara de los Diputados italiana la moción de confianza planteada por el primer ministro.
Cinco meses después de la llegada de Letta al frente del Ejecutivo, la Cámara baja le ha renovado su respaldo con 435 votos a favor y 162 en contra, un resultado algo inferior a los 453 apoyos que logró el día de su investidura en este hemiciclo el 29 de abril pasado. El resultado de esta votación llega después de que la misma mañana Letta consiguiera superar también la crucial cuestión de confianza en el Senado, donde su mayoría absoluta había quedado comprometida tras el anuncio de la dimisión de los cinco ministros del partido del ex primer ministro Silvio Berlusconi el pasado sábado.
En una muy particular sesión en la Cámara Alta, en la que tanto o más que Letta fue protagonista el propio Berlusconi, el Gobierno de coalición ha recibido el apoyo mayoritario de 235 senadores, incluido il Cavaliere, quien a última hora anunció su intención de votar "sí" después de haber abierto la crisis de Gobierno y haber exigido elecciones anticipadas casi hasta el momento de la votación. El apoyo de Berlusconi a Letta ha evitado una división de facto en el sentido del voto parlamentario, después de que el ala moderada de su partido, el Pueblo de la Libertad, se hubiera desmarcado de su posición de ruptura con el Ejecutivo, pero esta cuestión no ha conseguido cerrar las heridas ya abiertas en la formación.
El partido de Berlusconi ha votado también en la Cámara baja a favor del Ejecutivo, que ha venido acusando en las últimas semanas una gran inestabilidad, con repercusión en los mercados, en torno a las consecuencias de la posible expulsión del Senado de il Cavaliere por su condena por fraude fiscal a cuatro años de prisión.
Moción de confianza
Letta ha abierto la sesión en la Cámara baja con un resumen del discurso de programa de Gobierno pronunciado en el Senado y haciendo especial hincapié en el hecho de que Italia asumirá durante el segundo semestre del año que viene la presidencia de turno de la Unión Europea, por lo que necesita de un Ejecutivo estable. El primer ministro italiano ha dicho que el año que viene comienza en el Parlamento Europeo una nueva legislatura, que ha de dejar atrás los últimos años de "atraso, austeridad y crisis de identidad en los que Europa ha jugado a la defensiva y no ha dado pasos adelante".
"Europa no son otros, Europa somos nosotros. La atención que toda Europa ha mostrado a la cuestión italiana de estos días es una atención vinculada al papel que Italia puede desempeñar", ha dicho Letta, quien ha abogado por impulsar durante su semestre de presidencia europea políticas en pro del crecimiento y el empleo, pero también de la inmigración.
Ya en clave italiana, el jefe del Gobierno ha aseverado que las elecciones anticipadas habrían sido un "error" y ha indicado que con la renovación del apoyo parlamentario su Ejecutivo, que espera que consiga de verdad un "cambio de ritmo", está en "condiciones de retomar el trabajo de un modo más fuerte y cohesionado". "Italia necesita que no haya más chantajes del tipo 'o se hace esto o el Gobierno cae', sobre todo porque se ha demostrado que el Gobierno no cae (...) Estoy convencido también de que no tenemos más tiempo. La paciencia del país tiene un límite", ha dicho un muy confiado Letta, cuyo liderazgo sale muy reforzado de este trámite.
"Pero si no hay claridad -ha añadido-, todo lo hecho hoy habrá sido inútil. Claridad sobre las cosas que hay que hacer, con un Gobierno sólido, cohesionado, como éste, del que estoy orgulloso. En cinco meses hemos discutido, pero hemos hallado puntos de encuentro (...) El diálogo ahuyenta a quien tiene una identidad débil. Quien tiene identidad débil se esconde, porque tiene miedo del diálogo".