Barroso sigue justificando su polémico fichaje por Goldman Sachs. Tras haber sido degradado a mero lobista por la UE, el expresidente de la Comisión Europea defiende su nuevo puesto de trabajando alegando que "no es un cártel de la droga".
"¿Por qué no puedo trabajar donde quiera, teniendo en cuenta que es una entidad legal, obviamente, y no un cártel de la droga?", ha planteado Barroso, que ha asistido este viernes a un acto público en Cascais, cerca de Lisboa.
Goldman Sachs, cuya imagen está asociada a la crisis financiera de 2008, designó a quien entonces era presidente de la Comisión Europea nuevo director no ejecutivo. El nombramiento vio la luz dos semanas después de que el 'Brexit' triunfase en referéndum.
Juncker ha solicitado un análisis ético de este fichaje, pero Barroso ha insistido en que no lamenta su decisión
Juncker ha solicitado un análisis ético de este fichaje, pero Barroso ha insistido en que no lamenta su decisión, recordando por ejemplo otros trasvases de dirigentes europeos a la empresa privada. "¿Quién define en qué bancos se puede trabajar? Es un trato arbitrario y discrecional por motivos políticos", ha criticado.
Barroso ha aprovechado, de hecho, para agradecer al primer ministro portugués, Antonio Costa, que solicitase explicaciones a Juncker por el "trato diferenciado" dado a este caso "comparado con otras personas en situaciones aparentemente idénticas". "El primer ministro puede estar de acuerdo o no con mi actitud y mi decisión, pero me defiende como portugués", ha destacado.
El exdirigente comunitario ha insistido en que, "como ciudadano portugués y europeo", no aceptará "límites" en sus derechos y ha subrayado que todo lo ha hecho con "transparencia" y cumpliendo "escrupulosamente" con las reglas. La Comisión Europea ha admitido este mes que la contratación "cumple las normas"