El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi ha visto este miércoles como el juez Marco Tremolada no aprobaba suspender su imputación en la causa por corrupción que tiene pendiente debido a su grave estado de salud y ha pospuesto la celebración del juicio para el próximo 8 de septiembre.
"Considerando el impedimento legítimo temporal de Silvio Berlusconi de menos de 90 días" y "el tratamiento unitario del proceso", el magistrado ha señalado que sacar de la causa al ex primer ministro "implicaría un aumento" de los tiempos para celebrar el juicio en el que hay otros 28 acusados.
Los abogados del resto de imputados, entre ellos la defensa de Karima 'Ruby' El Mahroug, se negaron desde un principio a la petición de la fiscal adjunta de Milán, Tiziana Siciliano, de sacar de la causa Berlusconi, tal y como ha venido pidiendo la defensa, cuenta la agencia Adnkronos.
Federico Cecconi, abogado de Berlusconi, ha reiterado que los informes médicos sobre su cliente "confirman que persisten sus graves condiciones de salud" y un pronóstico de recuperación que no será corto, motivos, ha expuesto, "que determinan su incapacidad para participar en el juicio".
Petición de cuatro años y dos meses de prisión para Berlusconi
Los fiscales piden cuatro años y dos meses de prisión para Berlusconi, a quien le acusan de sobornar Mariani, unos 170.000 euros en tres años, para dar falso testimonio de lo que presenció en las fiestas de carácter sexual que el exprimer ministro solía celebrar con profusión en su mansión de la villa milanesa de Arcore.
En total, según la Fiscalía, Berlusconi habría repartido 10 millones de euros para corromper a varios testigos en su juicio en 2013, en el que fue acusado de tener relaciones sexuales con Karima El Mahroug, una bailarina de 17 años conocida también como Ruby. La joven habría sido sobornada con 7 millones de euros.
Berlusconi fue declarado inicialmente culpable de pagar para mantener relaciones sexuales con una menor y condenado a siete años de prisión. El veredicto fue revocado en 2014 por un tribunal de apelaciones, que dictaminó que no había pruebas de que el exprimer ministro conociera la edad de Mahroug. Tanto ella como Berlusconi niegan que se hubiera producido ninguna irregularidad.