Internacional

Macron llama a una gran coalición, desde comunistas a conservadores, para aislar a los extremos

El presidente francés ha manifestado que no debatirá con Le Pen antes de los comicios y que no dimitirá si no obtiene la mayoría y ha de gobernar con Jordan Bardella

  • Emmanuel Macron -

En su primer encuentro ante la prensa tras la victoria aplastante del partido de Marine Le Pen en las elecciones europeas, el presidente francés ha hecho un llamamiento para aislar a los extremos y facilitar la formación de un “bloque central, progresista y republicano”.

En esa “federación de proyectos” ha invitado a socialdemócratas, ecologistas, “gaullistas”, e incluso comunistas, a unirse contra “Reagrupación Nacional” y la extrema izquierda representada por Jean Luc Melenchón, asegurando que las fuerzas centristas que le apoyan retirarán a sus candidatos en caso de acuerdo electoral ante la primera vuelta, el 30 de junio.

Emmanuel Macron, en una conferencia de prensa convertida en mitin electoral ha denunciado el peligro en cuestiones económicas que un gobierno de “extrema derecha” supondría para Francia, y ha atacado con virulencia a la alianza electoral de las izquierdas que ha calificado de “indecente”. En ese pacto que sus responsables han llamado “Frente Popular”, “La Francia Insumisa, dirigida por Melenchón, es la fuerza dominante, hasta el punto de haber acaparado para ella 300 de las 577 circunscripciones en juego. Socialistas, comunistas y ecologistas comparten esa alianza con el partido “Plaza Pública, que fue el ganador de las europeas en la izquierda el pasado domingo. El presidente ha alabado la campaña y las ideas de Rafael Glucksmann, el cabeza de lista de esa pequeña formación, y ha recalcado que no tienen nada que ver con el antisemitismo demostrado por La Francia Insumisa, formación a la que considera fuera del arco republicano.

O yo o el caos

Macron ha asegurado que no hará campaña electoral, pero hoy la ha lanzado para el bloque centrista que le sostiene, aunque de forma minoritaria, en la Asamblea. Centrado en su respuesta a la victoria de Jordan Bardella el pasado domingo y en la eventual llegada del delfín de Marine Le pen a la jefatura de un gobierno, el jefe del Estado ha asegurado que una victoria electoral de RN supondría una congelación de las pensiones, un aumento del coste de los préstamos inmobiliarios, un aumento brutal del gasto público y la desconfianza de los medios financieros internacionales.

Enumerando otras consecuencias de un posible voto mayoritario hacia el partido de Marine Le Pen, al que hoy ha vuelto a considerar fuera de la República por considerar como prioritaria la “preferencia nacional”, Macron ha mencionado también la posición de la derecha radical en la guerra de Ucrania y su cercanía con la Rusia de Vladímir Putin.

A pesar del panorama negro que ha descrito, el presidente confía en los franceses para cerrar el paso a RN y se ha negado a unirse al “espíritu de derrota” que parece hacer irremediable una victoria de Reagrupación Nacional en las legislativas cuya segunda vuelta se celebrará el 7 de julio.

Macron ha justificado la disolución de la Asamblea en un ánimo de clarificar la situación política: “Cuando más de un 50% de los electores votaron del domingo por formaciones extremistas no podía hacer como si nada hubiera pasado”, ha enfatizado. “Se imponía una clarificación pues se trata de un momento histórico”, ha agregado.

Dentro de esa “clarificación” ha incluido a los responsables del partido de la derecha moderada, Los Republicanos”, cuyo presidente decidió ayer, sin consultar a sus barones, de aliarse con RN en un acuerdo electoral. Macron cree que los descontentos con la decisión de Ertic Ciotti pueden unirse a esa “gran coalición” electoral, a ese bloque que aísle a los extremos.

Mano dura contra la delincuencia

Emmanuel Macron ha entonado un mea culpa y ha explicado que el voto de RN es producto de la cólera de muchos ciudadanos ante el sentimiento de abandono, de inseguridad, de autoridad… Por ello ha insistido en medidas que el “bloque central” debe proponer antes del 30 de junio. Entre ellas, ha catalogado una mayor atención a los problemas de seguridad, de la delincuencia, incluyendo también en este apartado la situación de menores no acompañados. Macron quiere juicios más rápidos y penas más duras. Es decir, una parte del programa de RN y un deseo de prometer en menos de 18 días lo que se le ha criticado durante 7 años de mandato.

Denunciando sin nombrarla la presión del islamismo en escuelas, empresas o clubes deportivos, el líder centrista ha insistido también en el respeto al laicismo. Por supuesto, en la conferencia de prensa/mitin, Macron ha anunciado que las pensiones serán ligadas a la inflación, tratando de asegurar el voto de sus hasta ahora fieles votantes, los jubilados. Con palabras de atención a la Francia rural y periférica y a los jóvenes, el presidente no ha querido olvidar a un electorado que le ha dado la espalda y que centra su esperanza en la derecha más radical.

Por último, Emmanuel Macron ha manifestado que no debatirá con Marine Le Pen antes de los comicios y que, “por supuesto”, no dimitirá en el caso de que RN obtenga la mayoría y se vea obligado a gobernar en cohabitación con Jordan Bardella.

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