El comité ejecutivo del partido que gobierna Polonia, la fuerza nacionalista y conservadora Ley y Justicia (PiS), decidió hoy que el actual ministro de Finanzas y Desarrollo, Mateusz Morawiecki, sustituya a la primera ministra, Beata Szydlo, y asuma la dirección del Ejecutivo.
Mateusz Morawiecki fue el responsable de uno de los principales bancos en Polonia, el BZWBK, adquirido por el Grupo Santander en 2011, antes de convertirse en ministro tras la victoria de Ley y Justicia en las elecciones de octubre de 2015, aunque hasta marzo de 2016 no se afilió a esta formación.
Su nombramiento se hará efectivo previsiblemente la próxima semana, después de que el Parlamento lo apruebe en un procedimiento simplificado que requiere los votos a favor de 231 diputados de los 460 que componen la cámara baja (PiS cuenta con una mayoría de 235 escaños).
Para la portavoz de Ley y Justicia, la remodelación del Gobierno es necesaria para abordar "reformas cruciales para la ciudadanía".
El perfil
Morawiecki (Breslavia, 20 de junio de 1968) se convirtió en ministro de Desarrollo y Finanzas tras la victoria del partido nacionalista-conservador Ley y Justicia (PiS) en las elecciones de octubre de 2015, aunque hasta marzo de 2016 no se afilió a esta formación.
Su carrera política fulgurante se ve ahora premiada con la decisión de su partido de nombrarle candidato para sustituir a Beata Szydlo al frente del Gobierno.
Desde su entrada en el Ejecutivo, ha ido acercándose más y más al líder de PiS, considerado el auténtico hombre fuerte en Polonia, Jaroslaw Kaczynski, quien ha decidido renunciar a asumir las riendas del Gobierno para que sea este exbanquero quien ocupe el cargo de primer ministro.
Morawiecki carece de grandes apoyos dentro de Ley y Justicia, por lo que dependerá de Kaczynski, pero al mismo tiempo, y a diferencia de la poco carismática Szydlo, se espera que sea capaz de limitar la creciente influencia de otros ministros y de lidiar con el presidente del país, Andrzej Duda, quien, a pesar de estar vinculado al PiS, actúa cada vez de manera más independiente.
Al mismo tiempo, la clase media que ha dado su apoyo al partido gobernante se encuentra cada vez más inquieta ante la radicalización del Ejecutivo, por lo que la dirección de Morawiecki puede ser vista como una elección más tecnócrata y centrada en la economía, que frene una deriva nacionalista.
Inversores extranjeros y empresarios polacos lo ven como uno de los pocos miembros del Gobierno que realmente sabe de economía, mientras que parte del electorado del PiS se ha dejado convencer por su patriotismo económico a la hora de vender los logros de su gabinete, como la llegada de nuevas corporaciones extranjeras o los planes para impulsar tecnológicamente el país.