El nuevo gobierno de Benjamín Netanyahu ha tomado posesión en la Knéset (el Parlamento israelí), dando inicio al sexto mandato del líder hebreo. Según los analistas, la coalición que liderará al país, en la que Netanyahu camina de la mano de partidos ultraortodoxos y de extrema derecha, es la más derechista de su historia.
Con una mayoría de 63 votos a favor de los 120 parlamentarios, el Ejecutivo que une en coalición a seis partidos, siendo tres de ellos abiertamente racistas y supremacistas judíos, emprende su andadura y abre la incógnita sobre cómo afectará esto al conflicto con Palestina.
Por su parte Netanyahu, el mandatario más longevo en la historia del Estado judío y el que más tiempo ha ocupado el cargo de primer ministro, comienza su sexto mandato después de haber ejercido como líder de la oposición durante el último año e inmerso en un juicio por corrupción en el que se le acusa de fraude, cohecho y abuso de confianza.
La agenda de Netanyahu: contra el programa nuclear iraní, infraestructuras públicas y lucha contra el terrorismo
El nombramiento ha llegado mientras cientos de personas se concentraban frente a la Knéset para protestar contra el Ejecutivo entrante dado su carácter ultraderechista y ultraortodoxo. Dentro de la institución, la sesión arrancaba con el discurso del nuevo primer ministro para presentar su agenda política, centrada en hacer frente al programa nuclear iraní, desarrollar infraestructuras públicas y mejorar la seguridad ante los últimos ataques terroristas.
Netanyahu, que ha sido objeto de improperios durante su intervención, cuenta Europa Press, y ha acusado a la oposición de no aceptar los resultados de las elecciones del 1 de noviembre. "Escucho los constantes lloros de la oposición sobre el fin del país y la democracia. Perder las elecciones no es el fin de la democracia, es la esencia de la democracia", ha apuntado.
"En una democracia no nos subimos a las vallas del Capitolio ni a las vallas de la Knesset", ha sostenido, según ha informado el diario 'The Times of Israel'. Asimismo, ha reiterado que el nuevo Gobierno trabajará para "restaurar la gobernanza, la tranquilidad y la seguridad personal de los ciudadanos de Israel". Así, Netanyahu ha reconocido que "no espera" que los partidos opositores "aplaudan", pero ha incidido en que "se espera que respeten la decisión de los votantes y cesen su rebelión contra el gobierno electo".
Los aliados del Likud están impulsando una serie de cambios a nivel legal y político que, según la oposición, alienan a gran parte de la población y amenazan con desencadenar un conflicto a gran escala con los palestinos, especialmente en torno a la posible anexión de territorios en Cisjordania a través de una mayor expansión de los asentamientos, considerados ilegales por el Derecho Internacional.
De hecho, Netanyahu afirmó el miércoles en una serie de mensajes en su cuenta en la red social Twitter que "el pueblo judío tiene derecho exclusivo e incuestionable a todas las áreas en la Tierra de Israel" y adelantó que impulsará la expansión de los asentamientos en Cisjordania, algo criticado por la Autoridad Palestina, que ha cargado además contra el papel que jugarán en el seno del Ejecutivo varios líderes ultraderechistas.
Gobierno de coalición ultraortodoxa y ultraderechista
El mandatario, apodado 'Bibi' ha presentado además a los integrantes de su Gobierno, compuesto por 31 ministros y cuatro viceministros tras semanas de negociaciones con los socios de coalición del Likud.
Entre los últimos nombramientos desvelados figuran Eli Cohen, parlamentario del Likud, como próximo ministro de Exteriores, y el antiguo embajador en Estados Unidos Ron Dermer como ministro de Asuntos Estratégicos. Además, Yoav Kisch será ministro de Cooperación Regional, que sumará a su puesto al frente de la cartera de Educación, mientras que Gila Gamliel será ministra de Inteligencia. También destaca el nombramiento de Ben Gvir, histórico líder laborista, como ministro de Seguridad Nacional.
Finalmente, el Likud de Netanyahu contará con 17 de los 33 cargos, mientras que Shas tendrá siete, los ultraderechistas de Sionismo Religioso y Otzma Yehudit tendrán tres, Judaísmo Unido de la Torá contará con dos y Noam tendrá uno. Del total, únicamente cinco son mujeres.
De hecho, el líder de Sionismo Religioso, Bezalel Smotrich, ha manifestado en el pasado opiniones contra la comunidad LGBTQ, al igual que Avi Maoz, líder del ultraderechista Noam, que controlará el contenido que se imparte en las escuelas. Maoz se ha descrito a sí mismo como "un homófobo orgulloso" y ha tildado de "oscuridad" a las posturas liberales en el seno del judaísmo.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, expresó recientemente su preocupación por varios comentarios por parte de políticos que integran la coalición de gobierno entrante, que llevaron incluso a Netanyahu a aclarar que no se aprobará por ley la discriminación por motivos religiosos. En este sentido, Herzog se declaró "preocupado" por el aumento de los "comentarios contra la comunidad LGTB y contra cualquier grupo o sector diferente", especialmente en un país que se destaca en la región por su apertura con respecto a los derechos LGTB.
Yomismo
Bueno, pues se pueden dar con un canto en la narices. Al menos no tienen al Sanchez para realizar mil y una tropelías.