Dos líderes políticos franceses han cantado victoria ayer, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Ambos aprovechan la derrota del presidente Nicolas Sarkozy: el candidato socialista François Hollande lidera los resultados, mientras la candidata ultraderechista Marine Le Pen se impone como tercera fuerza política de Francia.
Las urnas han hablado y, sin sorpresa, Nicolas Sarkozy y François Hollande se enfrenterán en la segunda ronda de la elección presidencial. Con respetivamente el 27,08% y el 28,63% de los votos, los principales candidatos dominan los resultados de una elección cuya tasa de participación ha alcanzado el récord del 80,8%, una cifra casi nunca vista en elecciones presidenciales anteriores.
Ducha fría para Sarkozy
La estrategia del UMP, el partido del presidente Sarkozy, que buscaba dominar los resultados de la primera ronda, no ha funcionado. El candidato de la derecha no ha logrado seducir a los electores de Marine Le Pen y se conforma con el 27% de los votos, un buen resultado pero que le complica la campaña para la segunda ronda: entre 40 y 60% de los votantes del Frente Nacional votarán por el candidato conservador.
François Hollande necesita movilizar
El candidato socialista termina ganador de la primera carrera presidencial. Aparte de François Mitterrand, logra el mejor resultado de un candidato del PSF en la primera vuelta. Todos los partidos de izquierda suman el 45% de los votos, contra 37% en 2007, lo que da una cierta ventaja a François Hollande contra Nicolas Sarkozy. Puede además contar con el 18% de los electores del Frente Nacional, pero necesitará atraer también a votos del centro y, ante todo, una fuerte participación de sus partidarios para lograr la mayoría absoluta.
La sorpresa Marine Le Pen
Sin haber podido terminar en cabeza de los resultados, la ultraderechista Marine Le Pen triunfa. Es la tercera fuerza innegable de esta elección con 18,5% de los sufragios, un resultado que nunca antes había alcanzado su padre Jean-Marie Le Pen. “Hemos hecho temblar a las élites del país, la batalla de Francia solo ha comenzado, nada será ya como antes” dijo la candidata, que logra mejores resultados en la mayoría del territorio francés, aprovechándose de la decepción de los que votaron a Nicolas Sarkozy en 2007.
Los decepcionados, Mélenchon y Bayrou
Ha sido el que suscitaba gran esperanza, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon era capaz, según los sondeos, de romper la ola ultraderechista en Francia. Con el 11,17% de los votos, es una decepción para el Frente de izquierda de Mélenchon, que ha llamado a votar contra Nicolas Sarkozy, apoyando así a François Hollande sin decirlo de forma explícita. Pero es para el centrista François Bayrou una decepción aun mayor: el candidato no ha podido repetir su proeza de 2007, cuando obtuvo el 18% de los votos.
La lucha de la segunda ronda empieza ahora. Nada está resuelto, incluso si las primeras encuestas ya dan ventaja al candidato socialista, a 54% contra 46%. Éste necesitará el máximo de votos contra Nicolas Sarkozy, que en toda probabilidad se dirigirá exclusivamente a los electores del Frente Nacional, los que, indudablemente, darán las llaves del Eliseo al futuro vencedor.