En las últimas 24 horas continuaron los bombardeos y enfrentamientos armados en los alrededores del hospital de Al Shifa, principal de Gaza, donde murieron tres enfermeras, indicó Naciones Unidas, que anteriormente había denunciado la muerte de dos bebés prematuros y otros diez pacientes en la instalación. Según el informe diario de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, los últimos ataques provocaron daños en la zona de atención a enfermedades cardiovasculares y en la maternidad, entre otras instalaciones del hospital en Ciudad de Gaza, la capital de la franja.
"Algunos desplazados internos, personal y pacientes han conseguido huir, pero otros siguen atrapados dentro", subraya el documento, recordando que está en riesgo la vida de 36 bebés en incubadoras y pacientes con problemas renales en diálisis. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que ha perdido el contacto con Al Shifa, mientras que otro hospital de la capital gazatí, el Al Quds, ya no está operativo por la falta de combustible, según advirtió por su parte la Media Luna Roja Palestina.
Naciones Unidas señala además que el sábado un ataque aéreo destruyó la Clínica Sueca en el oeste de Ciudad de Gaza, donde se refugiaban medio millar de desplazados internos, y en la noche del sábado al domingo otro ataque mató a dos médicos y causó heridas a otros en el hospital Al Mahdi, también en la capital de la franja. El ejército israelí alega que grupos armados operan en Al Shifa y en túneles subterráneos bajo las instalaciones, algo que niega el Ministerio de Salud de Gaza, que demanda una investigación independiente de este tipo de ataques a zonas sanitarias.
El informe de la ONU recuerda que hospitales y personal médico están específicamente protegidos por la ley humanitaria internacional, por lo que no pueden ser objetivos de ataques militares, y operaciones en ellos o sus alrededores deben tener especial cuidado en proteger a pacientes, sanitarios y otros civiles. Según el documento diario, el Ejército israelí ha abierto un corredor para que pacientes y personal abandonen el hospital de Al Shifa, pero que según informes de la OMS algunos de los que huían fueron alcanzados por disparos.
También ha habido intentos de las fuerzas israelíes de entregar combustible al hospital para alimentar servicios de urgencia, que al parecer han rechazado los responsables de la instalación, sosteniendo que sólo aceptarán donaciones de este tipo a través del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Naciones Unidas recuerda asimismo en el informe que en el fin de semana se produjeron ataques contra el edificio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Gaza y contra una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados (UNRWA), causando un número de víctimas aún no confirmado.
Debido a la pérdida de contacto con muchos hospitales en el norte de la franja, el Ministerio de Sanidad de Gaza no ha actualizado este fin de semana sus cifras de víctimas desde el inicio del conflicto el 7 de octubre, por lo que éstas se mantienen en 11.078 muertos (4.506 de ellos niños y 3.027 mujeres).
Entre esas víctimas hay al menos 101 trabajadores de la UNRWA, lo que supone la mayor cifra de víctimas que las Naciones Unidas ha tenido en un conflicto desde su creación a finales de la Segunda Guerra Mundial.
El informe también cita dos bombardeos en el campo de refugiados de Jabalia el domingo, que causaron la muerte de 18 palestinos, y otro en un edificio residencial de Jan Yunis, en el sur de Gaza, con al menos 13 muertos y 20 heridos.
Tras más de un mes de asedio, sin electricidad y escasez de alimentos, agua y combustible, el informe recuerda la situación límite de los gazatíes y subraya por ejemplo que algunos están consumiendo agua de mar, lo que puede causar problemas de salud por los altos índices de contaminación de ésta.