Numerosos jóvenes en España se ven obligados a emigrar a otros países de la Unión Europea para encontrar esa oportunidad laboral que no han logrado tener en nuestro país. La 'fuga de cerebros' es algo que hace daño a la economía de cualquier país. No es plato de buen gusto ver como tu talento emergente tiene que irse lejos de nuestras fronteras para poder triunfar y conseguir trabajar de lo que mejor saben hacer y de lo que siempre han soñado.
Emigrar a un país extranjero no es algo sencillo y es una decisión que requiere de mucho tiempo de reflexión previo. Adaptarse a una vida, con culturas diferentes, costumbres distintas y alejarse de los seres queridos no es fácil. Pero lo que sin duda es el aspecto más complicado para alguien que tiene que mudarse a fuera de su tierra es el tener que hablar un idioma diferente.
En la Unión Europea y en el resto del mundo el idioma universal es el inglés, por lo que es imposible ver un país o una empresa que no exija a cualquiera tener un nivel mínimo a la hora de hablar y entender esta lengua. Aprender idiomas no es algo que se le dé bien a todas las personas, ya que hay gente que no tienen esa facilidad para soltarse en otro lenguaje. Eso puede generar frustración y preocupación de cara a buscar un trabajo lejos de su nación.
Sin embargo, existen dos países en la Unión Europea en los que se puede encontrar trabajos con sueldos de hasta 50.000 euros y en los que no se requiere hablar un inglés perfecto. A continuación, te contamos cuáles son esos dos países de nuestro entorno en los que se puede optar a empleos con salarios altos y en los que no se requiere un nivel excelente en el entendimiento de la lengua de Shakespeare.
Países de la Unión Europea que no piden inglés: Alemania e Irlanda
Se puede trabajar en Alemania e Irlanda sin tener un nivel de inglés alto. Allí hay grandes oportunidades para conseguir un empleo en el que se pague bien y en el que se pueda dar comienzo a una nueva vida. Parece imposible soñar con algo así, pero no es locura el escenario de poder cobrar sueldos de hasta 50.000 euros sin controlar el idioma universal de la Unión Europea.
Son países en los que reside gente de muchas partes del mundo. Esto al final supone que a muchas personas se les abra una ventana para poder trabajar en puestos donde se pide un nivel mínimo o básico de inglés. Por ejemplo, en Irlanda trabajando en lavanderías, almacenes o restaurantes se puede cobrar un sueldo medio de 3.890 euros mensuales hablando prácticamente solo español y con un grado bajo de inglés. Hasta incluso se puede trabajar en una gran franquicia en atención al cliente.
En el caso de Alemania, el salario medio llega a los 4.500 euros mensuales, lo que supone un bruto de más de 50.000 euros en un año. Si llegas a tierras germanas sin tener mucha idea de alemán o de inglés, su servicio público de empleo se encarga de organizar cursos para que puedan aprender el idioma. Un puesto de trabajo en el que tratan de dar todas las facilidades posibles a sus aspirantes, es el de conductor de camión donde te enseñan desde lo básico la lengua alemana o inglesa y hasta imparten clases de conducir para aquellos que tampoco sepan manejar este vehículo. Los electricistas es otro puesto muy demandado en Alemania.
Teniendo en cuanta que los dos países forman parte de la Unión Europea, todo aquel que sea ciudadano comunitario no tiene que pedir ningún permiso de residencia o de trabajo. Sí que se requiere afiliarse a sus respectivos organismos de la seguridad social, donde buscan que los que vengan de fuera puedan optar a las mismas oportunidades y una mejor integración.