La Asamblea Nacional francesa ha aprobado este miércoles de forma definitiva la ley de 'moralización' de la vida pública prometida en campaña por el ahora presidente, Emmanuel Macron, que abogó por tomar medidas para evitar actividades corruptas o poco éticas entre la clase política.
La ley, rebautizada como de "confianza en la vida política" por el nuevo Gobierno, ha salido adelante con 412 votos a favor, 74 en contra y 62 abstenciones. Los Republicanos han dicho 'no' a la medida, mientras que Francia Insumisa y el Partido Comunista han optado por abstenerse.
Macron ha logrado de esta forma sacar adelante unas medidas que se le resistieron en el Senado, donde los conservadores aún mantienen la mayoría. Los Republicanos criticaban especialmente la eliminación de una reserva de más de 140 millones de euros que los legisladores repartían en sus respectivas circunscripciones.
Finalmente, la denominada 'reserva parlamentaria' ha quedado eliminada, dentro de un paquete de medidas que incluye también la prohibición para cargos públicos de contratar familiares, la inhabilitación política de personas condenadas y el endurecimiento de las incompatibilidades para los legisladores. Un primer proyecto de ley ya había sido adoptado el 3 de agosto.