La Policía de Alemania ha confirmado la detención y posterior muerte del autor de un secuestro en un centro comercial en la ciudad de Dresde, y en el que los ciudadanos liberados finalmente han resultado ilesos.
En un primer momento, las autoridades de seguridad de la ciudad han reconocido que la situación era confusa y han procedido a desalojar tanto el centro comercial como las zonas adyacentes, así como un mercado navideño también en las inmediaciones.
Tras finalmente poder contactar vía telefónica con el secuestrador, la Policía ha confirmado la detención, y posterior muerte, del autor del secuestro, un hombre de unos 40 años que podría sufrir algún tipo de enfermedad mental.
No quedó claro de inmediato si el sospechoso se hirió a sí mismo o si fue herido por la Policía. Un portavoz de la Policía se negó a proporcionar detalles adicionales sobre la operación. Las circunstancias exactas de la muerte del hombre eran parte de la investigación en curso.
La toma de rehenes en el centro comercial Altmarkt-Galerie en el centro de Dresde puso fin el sábado a una serie de incidentes violentos en tres lugares diferentes de la ciudad del este de Alemania protagonizados supuestamente por este individuo.
Comenzó cuando las autoridades descubrieron el cuerpo sin vida de la madre de 62 años del hombre en torno a las 07.00 en un edificio de apartamentos en el distrito Prohlis de Dresde.
Una hora y media despues, el individuo intentó entrar en las oficinas de Radio Dresde, según el director gerente de la emisora. No pudo atravesar la puerta, pero disparó a través de un agujero hacia las oficinas de la estación.
El personal de la estación de radio pudo huir sin sufrir lesiones físicas, según la emisora.
Luego, el sospechoso supuestamente fue al centro comercial Altmarkt-Galerie y se atrincheró en una habitación con los rehenes. La Policía había informado anteriormente que los negociadores de rehenes se comunicaron telefónicamente con el hombre antes de que ingresara la unidad táctica.
Las autoridades añadieron que el hombre parecía estar psicológicamente perturbado y que los investigadores estaban procediendo bajo el supuesto de que padecía una enfermedad mental.
