Internacional

La ambigüedad del programa demócrata, principal hándicap para la carrera de Harris a la Casa Blanca

El principal objetivo de los demócratas reside en distinguirse del candidato republicano, Donald Trump, aunque sin desviarse de evitar la controversia en asuntos candentes

  • Kamala Harris, Tim Walz y algunos de los asuntos que se abarcan en la campaña electoral de EEUU -

Distinguirse de Donald Trump. El principal objetivo del Partido Demócrata reside en lograr arrebatar todos los votos posibles a su contrincante, aunque tras este también se hallan otros puntos clave como continuar sin demasiada controversia ni adentrarse en aguas demasiado pantanosas que desvíen la atención. La, ahora sí, candidata oficial demócrata para las elecciones del 5 de noviembre, la vicepresidenta Kamala Harris, deberá defender un programa aprobado en la Convención Nacional, un texto que se preparó para Joe Biden y que no aclara demasiado ciertas posturas del partido.

Todo partido debe contar con un programa político para defender durante su campaña electoral y que los votantes decidan respaldar o no las ideas del mismo. El borrador del de Harris se aprobó el pasado 16 de julio, fecha en la que aún Biden continuaba en su carrera hacia la Presidencia. Por ello, dicho documento está totalmente diseñado para el exlíder demócrata.

Prueba de ello es que, curiosamente, en el texto aparecen muchas más menciones a Biden que a Harris, en concreto, 287 veces frente a solo 32. Además, destaca los logros de la gestión del aún inquilino de la Casa Blanca desde que comenzó su mandato en 2021 y recoge ideales más propios del mismo que de la vicepresidenta, aparentemente.

Hay otro nombre que también supera a la ahora candidata: Donald Trump aparece en el documento de 92 páginas un total de 150 veces. Otra muestra de que el magnate es un elemento clave para movilizar el voto el próximo 5 de noviembre, como han venido recordando las últimas semanas todos los demócratas con gran parte del discurso dedicado a cargar contra el republicano.

Pero dejando a un lado al exmandatario (2017-2021), los demócratas han realizado un 'sprint' propio de un atleta de competición para tratar de perder el menor tiempo posible en encontrar a un candidato que pueda competir con un Trump que tenía todas las encuestas a favor. Tenía, en tiempo pasado, ya que los últimos sondeos ya comienzan a dar la vuelta al tablero político, aventajando a Harris.

El reloj jugaba en su contra

Es posible que ni los propios demócratas se esperasen el 'efecto Kamala Harris' que consiguió donaciones récord, el citado giro en los sondeos y el apoyo exprés de los delegados. Sin embargo, no había tampoco demasiadas opciones que permitiesen que, en cuestión de cuatro semanas, un nombre lograse tal repercusión.

El tiempo también jugaba en su contra en relación al programa electoral, que debía incluir medidas económicas de peso -uno de los principales escollos del partido-, soluciones al asunto migratorio y el trato de otros asuntos controvertidos como el aborto y las guerras en Ucrania y Gaza. Por este motivo, parece que era muy arriesgado realizar un borrador de cero que no sembrase dudas ni críticas en el seno del partido y que apoyasen todos sin miramientos.

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Así, Kamala Harris asume un programa que iba a defender Biden pero, ¿incluye todo eso el programa que ahora abandera la vicepresidenta junto a Tim Walz? ¿El texto recopila la postura de Harris en todos los aspectos?

Propuestas económicas de Kamala Harris

Es uno de los aspectos que más debería distinguir a Harris frente a Trump, aunque uno de los talones de Aquiles de los demócratas. Ya ha comenzado abriendo esa brecha entre ambos, presentando una visión opuesta sobre el futuro económico del país centrándose, tal y como ella y su compañero de fórmula han dicho de forma textual, "crear oportunidades para la clase media" pero, ¿qué proponen realmente?

Harris-Walz prometen aumentar la tasa de impuestos a empresas del 21% al 28%, continuando con una iniciativa presentada por Biden, que ya trató de revertir parte de la reforma fiscal enarbolada por Trump en 2017. En concreto, el republicano redujo de forma drástica la tasa de impuestos corporativos del 35% al 21%, algo que beneficiaba, principalmente a las rentas más altas y a las grandes corporaciones.

Así, Harris pretende que sean las empresas y las familias con más recursos las que hagan mayor esfuerzo fiscal, beneficiando, en su caso, a la clase media. También quiere dotar de 25.000 dólares (alrededor de 24.000 euros) a quienes compren un piso y una subvención de 6.000 dólares (unos 5.400 euros) por hijo recién nacido en hogares con bajos ingresos, aunque aún está por determinar qué cantidad es ese rango.

Uno de los aspectos novedosos es que Harris pretende prohibir la especulación en los precios de los alimentos, algo que según relata ha incrementado el coste de la cesta de la compra. Además, en cuanto a sanidad, promete extender a todo el país el límite de 35 dólares (alrededor de 31 euros) al mes en copagos para la insulina.

Falta de detalles más específicos

De esta manera, aunque se van conociendo medidas concretas, el plan ha suscitado críticas debido a la falta de detalles de las mismas relacionadas con cómo y cuándo se implementarían, cómo se financiarán y qué supondrá para el déficit, la deuda y, en definitiva, las arcas de EEUU.

Es de sobra conocida la posición de EEUU en relación a Israel y el programa continúa la senda trandicional, aunque se muestra ambiguo respecto a su actuación en Gaza.

Lo que sí es innegable que ha conseguido es atraer la atención del votante de clase media y baja, así como la indignación de las grandes empresas y familias adineradas frente a un Trump que ha prometido todo lo contrario: reducir el impuesto a las empresas al 15%.

Guerra en Gaza y actuación de Israel

Es de sobra conocida la posición de EEUU en relación a Israel, país aliado defendido por la primera potencia mundial. Sin embargo, los acontecimientos recientes sitúan a los demócratas en un marco complicado, ya que la actual guerra en Gaza se ha cobrado más de 40.000 vidas en el enclave palestino.

Por ello, el ala más progresista, ha cargado contra el apoyo irrefutable de Biden a Benjamin Netanyahu y durante la Convención Demócrata se han producido protestas pro-Palestina. En el programa electoral, no obstante, se mantiene la posición tradicional de apoyo a Israel, aunque respalda "un acuerdo de alto el fuego inmediato y duradero" para la Franja de Gaza, que permita liberar a los rehenes israelíes y aborde el "desplazamiento y muerte de tantas personas inocentes" en el enclave.

Este asunto pasó de puntillas durante el cónclave demócrata en Chicago, aunque Harris se mostró más férrea en su defensa a los palestinos. Después de afirmar que sería "clara" y que "siempre" defenderá el derecho de Israel a defenderse, condenó la "devastación": "Lo ocurrido en Gaza durante los últimos 10 meses es devastador. Se han perdido tantas vidas inocentes. La magnitud del sufrimiento es desgarradora", continuó para prometer "dignidad, seguridad y libertad" al pueblo palestino. Eso sí, no hubo representación pro-Palestina en el escenario.

Otro de los temas candentes: la inmigración

En cuanto a la inmigración, asunto de suma importancia en estas elecciones, el documento alardea de cómo Biden ha reforzado la frontera mientras se asegura de que los inmigrantes sean "tratados humanamente y con dignidad". Les ofrecen vías legales para entrar en el país, pero también imponiendo "sanciones por la entrada ilegal", dicen.

Esta es una muestra más de ambigüedad en el texto. El documento proclama que "EEUU es una nación de inmigrantes", pero indica el giro que ha dado el partido con un discurso que destaca la importancia de terminar con la inmigración irregular y medidas para restringir el asilo.

En cuanto al aborto, el partido reafirma su compromiso con la restauración de este derecho.

Durante la reunión en Chicago, Harris no se colgó demasiadas medallas por el reciente pacto, pero afirmó que defendería el texto. Prometió que puede regularizar a los más de 11 millones de personas indocumentadas que viven en el país, a la vez que "proteger" la frontera con México. De nuevo, indeterminación.

Restauración del derecho al aborto

En cuanto al aborto, el partido reafirma su compromiso con la restauración de este derecho, prometiendo que si los demócratas ganan en noviembre, aprobarán legislación en el Congreso para convertir en ley federal el fallo Roe vs. Wade, que protegió del derecho al aborto desde 1973 hasta 2022, cuando el Tribunal Supremo lo anuló.

Además, el programa advierte de que, si Trump regresa a la Casa Blanca, "prohibirá el aborto en todo el país".

Ahora, elegida candidata de forma oficial, se da inicio a lo realmente importante, la campaña electoral oficial. En este caso, y tras la despedida de Joe Biden, empieza la carrera de Kamala Harris y Tim Walz, que deben enfrentarse al reto de mantener el efecto que han conseguido en solo cuatro semanas. Uno de los elementos clave: solventar esa ambigüedad del programa demócrata, principal hándicap.

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