Una editora de un programa de la televisión de Rusia irrumpió en el espacio de noticias del canal este lunes con un cartel en contra de la guerra y la invasión a Urcrania. La mujer, hija de un ucraniano, interrumpió los informativos del Canal 1 de la televisión pública con una pancarta contra el ataque de Vladímir Putin. Poco después fue detenida.
"No a la guerra. Detengamos la guerra. No os creáis la propaganda. Os están mintiendo. Rusos contra la guerra", rezaba el mensaje escrito en la pancarta, adornada con las banderas de Rusia y de Ucrania.
La imagen y el vídeo de la editora ha sido difundido en las redes sociales, secuencia en la que se ve a la mujer entrando en plano por detrás de la presentadora del programa 'Vremia', ha informado la cadena británica BBC.
La mujer es Marina Ovsiannikova y, según las informaciones que circulan, sería una de las trabajadoras de la televisión rusa.
La organización de defensa de los derechos civiles OVD-Info ha informado de que Ovsiannikova ha sido detenida poco después de su acción y podría ser condenada a hasta 15 años de prisión en virtud de la nueva ley contra las críticas a las acciones de las Fuerzas Armadas, que establecen dicha pena a quienes difundan lo que el Kremlin considere bulos.
Antes de su acción, la mujer ha publicado un vídeo en redes sociales en el que denunciaba que "la responsabilidad de esta agresión pesa sobre los hombros de una sola persona, Vladimir Putin".
Además, explica que su padre es ucraniano e insta a la población rusa a participar en las manifestaciones contra la guerra. "Solo nosotros tenemos el poder de detener toda esta locura (...) No pueden meternos a todos en la cárcel", ha argumentado.
La editora calificó el ataque a Ucrania como un "crimen" y dijo que le avergonzaba trabajar para lo que llamó propaganda del Kremlin.
"Mentiras desde la televisión" de Rusia
"Estoy avergonzada de haberme permitido decir mentiras desde la pantalla del televisor. Avergonzada de haber permitido que los rusos se convirtieran en zombis", explicó en el vídeo. Además, llamó al pueblo ruso a protestar contra la guerra y dijo que solo ellos podían "detener la locura".
Las noticias de la televisión rusa estarían estrictamente controladas por el Kremlin y solo reflejan la versión rusa de los acontecimientos en Ucrania. Incluso algunos periodistas y colaboradores han optado por dejar de trabajar por las posibles represalias del Gobierno.