La Cámara de los Comunes será este martes el epicentro de la vida política no solo de Reino Unido, sino también de toda Europa. La votación del acuerdo de divorcio entre Reino Unido y la UE parece abocada a un 'no' que dejaría el Brexit y a la propia primera ministra, Theresa May, en un escenario donde comienzan a agotarse ya las opciones.
Aplazada la votación
La evidente falta de acuerdo forzó a May a cancelar a última hora la votación prevista sobre el acuerdo a mediados de diciembre, en busca de nuevas "garantías" para calmar las dudas del sector crítico, especialmente en lo que se refiere a la aplicación y duración de la salvaguarda negociada para la frontera irlandesa, teóricamente un plan de último recurso.
Pero es precisamente ese trámite, el de la aprobación parlamentaria, el que más riesgos conlleva. Los diputados se pronunciarán este martes al término de un debate de cinco días que no ha variado un ápice las posiciones de los distintos bandos, de tal forma que May sigue sin convencer a quienes le recriminan haber negociado un mal acuerdo.
Las quinielas publicadas por varios medios dan por segura la victoria del 'no' e incluso algunas, como la de Sky News, hablan de una diferencia de más de 200 votos. La BBC ha anticipado que será una derrota sin precedentes en la historia parlamentaria para el Gobierno.
Posibles escenarios
Con el liderazgo conservador en el punto de mira, el Partido Laborista ha recibido desde diciembre no pocos llamamientos para tomar la iniciativa y lanzar una moción de censura contra May. El líder opositor, Jeremy Corbyn, ha abierto la puerta a iniciar este complejo proceso si el Gobierno pierde la votación de este martes, aunque por ahora no ha puesto fechas.
Entre los mensajes, aunque a un nivel menor que el de la moción de censura, también se han colado llamamientos para unas nuevas elecciones. Una encuesta de YouGov publicada este lunes por 'The Times' sitúa al Partido Conservador con una intención de voto del 41 por ciento, seis puntos por delante de los laboristas y 30 por encima de los liberaldemócratas.
Plan B en tres días
Lo único confirmado por ahora en caso de que venza el 'no' es que el Gobierno deberá presentar ante el Parlamento un 'plan B' en el plazo de tres días, después de que diputados de distintos partidos se aliasen la semana pasada para sacar adelante una enmienda con la que acortar los plazos --el calendario inicial contemplaba hasta 21 días-.
Dado que se trata de tres días hábiles para el Parlamento, el Ejecutivo se ha comprometido a exponer sus nueva posición el lunes, 21 de enero. El Gobierno de May no ha aclarado en qué consistiría dicho 'plan B', aunque no se descarta que en los próximos días la primera ministra pueda volver a Bruselas en busca de algún tipo de mensaje que salve el entuerto.
May ha alegado que, en cualquier caso, no se debería aplazar la fecha de retirada ni celebrar un segundo referéndum, ya que considera que sentaría precedente no aplicar el resultado de la consulta de 2016. "Cuando se escriban los libros de historia, la gente mirará la decisión de la Cámara y se preguntará: ¿Cumplimos con la votación para dejar la UE?", ha lanzado la primera ministra en su último alegato ante el Parlamento.
"Les pido a los miembros de todas las partes de esta Cámara, independientemente de lo que hayan concluido previamente, que, durante las próximas 24 horas, le echen un segundo vistazo al acuerdo", ha reclamado May.