Después de una jornada llena de suspense, la Asamblea Nacional francesa ha reelegido a Yaël Braun-Pivet como su presidenta, perteneciente al bloque Macronista y anterior cabeza de la Cámara Baja. Tres votaciones consecutivas han sido necesarias para que los parlamentarios franceses escogieran a quien lidere la Asamblea. Los resultados han sido los siguientes: 220 votos a favor de Braun-Pivet, contra 207 del candidato de los comunistas André Chassaigne y 141 a favor del competidor de Agrupación Nacional (RN), Sébastian Chenu.
La victoria de Macron ha sido por mayoría simple y posible gracias a los votos de los diputados conservadores, y supone un revés contra la coalición del Nuevo Frente Popular, ya que es la fuerza política con más escaños en la Cámara.
Yaël Braun-Pivet, tras ser elegida, se ha dirigido a sus compañeros de la Asamblea Nacional a quienes ha compartido su "inmensa emoción". "Las últimas semanas han sido extremadamente tensas. Hemos visto (en estas elecciones) un país preocupado, fracturado. Hoy tenemos la enorme responsabilidad de movilizar a los franceses", ha defendido en su discurso. También ha señalado que "los políticos pueden tener un impacto directo en la vida de los franceses. Nuestras acciones pueden cambiar sus vidas".
"Los mensajes lanzados durante las elecciones legislativas reclamaban 'nuevas soluciones' y 'nuevos métodos'. Tenemos que llevarnos bien, cooperar, buscar compromisos, tenemos que ser capaces de dialogar y de avanzar", ha instado a la Cámara Baja que ahora mismo se encuentra fracturada en tres grandes bloques.
"Estas elecciones me obligan más que nunca. Pondré toda mi determinación, todo mi trabajo, en trabajar para ustedes, para los franceses", ha dicho reafirmando su candidatura y aplaudiendo al mismo tiempo a sus cinco rivales.