Al menos 14 personas han muerto este lunes y otras 23 resultaron heridas en un nuevo atentado con bomba en la ciudad rusa de Volgogrado, informó el vicegobernador de la región, Vasili Galushkin, según recoge Efe. "Esto es horroroso", dijo Galushkin a la agencia Interfax en el lugar de los hechos, al tiempo que subrayó que el balance de víctimas del atentado terrorista es todavía preliminar.
Agregó que los servicios médicos de urgencia evacuaron rápidamente a los heridos. El artefacto explosivo estalló esta mañana en el interior de un trolebús del sistema de transporte público de la ciudad. El Comité de Instrucción de Rusia, cuyo portavoz Vladimir Markin, confirmó que la explosión fue un atentado terrorista, anunció la apertura de un proceso penal por terrorismo y tráfico de explosivos. Markin agregó que el trolebús quedó completamente destruido a consecuencia de la explosión, que se produjo, según precisó, a las 08.10 hora local (las 6.10 hora española).
El Comité Nacional Antiterrorista de Rusia adelantó que los primeros datos apuntan que el atentado no fue perpetrado por un terrorista suicida, sino que la bomba había sido colocada en el interior del trolebús, que se dirigía al centro de la ciudad.
Atentado en una estación de tren
El atentado de este lunes es el segundo en menos de 24 horas perpetrado en Volgogrado: el domingo una terrorista suicida detonó una bomba en la estación de tren de la ciudad y mató, según las últimas cifras oficiales, a 17 personas y dejó heridas a otras 45, lanzando una seria advertencia al Kremlin a seis semanas de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi.
Dos de los muertos fallecieron horas después de la explosión en el hospital, mientras resultaron heridas 45 personas, nueve de ellas de gravedad, que hacían cola en la puerta del edificio de la estación de la antigua Stalingrado. La explosión tuvo lugar en torno a las 12.45 hora local (10.45 hora peninsular española) después de que el terrorista llamara la atención de la policía al pasar por el detector de metales instalado a la entrada de la estación Volgogrado-1.
"Sonó la señal de alarma (del detector). Un policía se llevó al hombre a un lado y se dispuso a revisarlo personalmente. En ese momento, estalló el artefacto explosivo", informó una fuente policial a la agencia Interfax. El terrorista detonó la bomba antes de entrar en el edificio propiamente dicho, explicó Vladímir Markin, portavoz del Comité de Instrucción (CI) de Rusia, citado por las agencias locales.
Según el CI, el equipo de seguridad instalado desde el atentado suicida contra el aeropuerto moscovita de Domodédovo en enero de 2011 (36 muertos) impidió que el terrorista llegara a la sala central, lo que evitó que el número de muertos fuera aún mayor.
De hecho, uno de los policías que vigilaba que todos los viajeros pasaran por el detector murió como resultado de la explosión y otros seis agentes resultaron heridos. El artefacto explosivo tenía una potencia equivalente a 10 kilos de trilita, por lo que, según las fuerzas de seguridad, si la terrorista hubiera accedido a la estación podría haber causado una auténtica carnicería.
En esos momentos, la estación, que se encuentra situada frente a la histórica plaza donde tuvieron lugar algunos de los más sangrientos combates de la Segunda Guerra Mundial, acogía un gran número de viajeros, debido al retraso de tres trenes y a las próximas fiestas de Año Nuevo.
El presidente ruso, Vladímir Putin, partidario de la mano dura con los terroristas, encargó a las fuerzas de seguridad la captura de los organizadores del atentado y al Gobierno el envío de aviones para el traslado urgente de los heridos más graves a Moscú.
Desde un principio se informó de que se trataba de una terrorista suicida, en concreto una "viuda negra", esposa o novia de un guerrillero fallecido, la tarjeta de visita de la guerrilla islamista durante los últimos años. No obstante, a falta de confirmación oficial, una fuente informó a la agencia Interfax de que el suicida ha sido identificado como un hombre de rasgos eslavos, según se desprendió del análisis genético de sus restos por la policía, quien también encontró una pistola y una granada sin detonar.